Pekín. EFE. China se mantiene firme en su batalla por controlar todo el flujo de informaciones que circulan por sus medios de comunicación e Internet pero, ¿está capacitado el país asiático para controlar la creciente amenaza que suponen las redes sociales y el posible efecto de las mismas en la opinión pública?
Cuando en el año 221 a.C. Qin Shi Huang, considerado el primer emperador de la China unificada, comenzó la construcción de una muralla que le protegiera de los señores feudales que amenazaban su poder.
Hoy, más de 22 siglos después, China construye otra muralla, invisible pero igual de eficaz, una barrera que frena la libertad de expresión de sus más de 1,300 millones de habitantes.