PARIS (AFP).- Los presidentes francés, Jacques Chirac, y chino, Hu Jintao, proclamaron el martes la «convergencia» de sus países, según la cual París apoya a Pekín sobre el tema de Taiwán y defiende el levantamiento del embargo europeo sobre la venta de armas a China.

Los dos jefes de estado mantuvieron el martes una segunda reunión en 48 horas y dieron una conferencia de prensa conjunta antes de que Hu, que llegó el lunes a Francia, se dirigiera al parlamento en el que ha pronunciado un discurso.

Hu ha anunciado a los periodistas que una compañía china había encargado aviones Airbus, lo que es una buena señal del inmenso potencial que representa el mercado chino para las empresas europeas y francesas.

Pero estas manifestaciones de buenas intenciones han exasperado a miembros de la oposición socialista y de la extrema derecha francesas, que han acusado a Chirac de no tomar en consideración las violaciones de los derechos humanos en China, la suerte del Tíbet o incluso el carácter democrático de la isla nacionalista de Taiwán.

Para protestar por la actitud de Chirac se han organizado varias manifestaciones en el centro de París, bajo un estricto dispositivo de seguridad.

Al término de una conferencia de prensa conjunta de más de una hora, Chirac ha resaltado el carácter excepcional del viaje de Hu, que permanecerá en Francia hasta el jueves. El presidente chino tiene previsto visitar en Toulouse (suroeste) las fábricas del constructor aeronáutico europeo Airbus.

«Siempre hay algo nuevo en las relaciones entre China y Francia. Sin duda es la rueda de prensa más larga que di desde que estoy en esta casa», dijo de broma Chirac.

Anteriormente, los dos hombres han firmado un documento reiterando la alianza privilegiada establecida entre Francia y China en 1997. Esta «declaración conjunta franco-china» enumera las «convergencias» en la política internacional y enuncia la necesidad de promover los derechos humanos y las libertades.

Chirac ha insistido en la posición de Francia «sobre la unidad de China» y ha condenado el referéndum sobre la defensa de Taiwán previsto el 20 de marzo en la isla nacionalista, una consulta popular que según Pekín constituye un paso hacia una declaración de independencia.

«Todo lo que desarrolla las tensiones es peligroso, cualquier iniciativa que pueda ser interpretada por una u otra de las partes como agresiva es peligrosa para todo el mundo y por tanto irresponsable», declaró Chirac.

También ha reiterado el llamado de Francia pidiendo el levantamiento del embargo europeo sobre la venta de armas a China, al afirmar que «ya no tiene ningún sentido actualmente». Fue decretado después de la violenta represión contra la sublevación popular en la plaza Tiananmen en 1989 en Pekín.

Por su parte, Hu ha anunciado que la compañía China Southern Airlines había decidido «recientemente» comprar 21 aviones del consorcio europeo Airbus.

Chirac ha manifestado su satisfacción por la reactivación de la cooperación económica con China y ha dicho que confiaba en «un aumento sensible de los intercambios comerciales».

El presidente francés también ha anunciado que aceptaba «con mucho gusto» una invitación para viajar dentro de un año a China con motivo del Año de Francia en ese país.