China y República Dominicana

China y República Dominicana

No importa cuán distantes y diferentes sean los dos países que han empezado a forjar sus relaciones con expectativas de que lleguen a ser intensas. Tampoco es determinante, aunque influya, de que se trate de una superpotencia y un pequeño país en lucha por su desarrollo. No es un obstáculo insalvable las dificultades derivadas de hablar idiomas muy diferenciados. Ambos tienen que familiarizarse con las respectivas evoluciones históricas, una milenaria y la otra de “apenas” 500 años.
Cuando los pueblos se conocen más ampliamente mejor se relacionan porque hay más comprensión. Cuando se visualizan objetivamente las vicisitudes históricas por las que ha atravesado cada nación hay más confianza y respeto recíprocos. La cultura es un medio e instrumento de acercamiento entre pueblos interesados en forjar amistad y trabajo conjunto. El embajador de China en Santo Domingo ha reiterado que “China y RD deben bailar juntos un merengue”. Expresión de que nuestro ritmo, “Patrimonio Inmaterial de la Humanidad” es bien conocido. Sin embargo, cuántos aquí conocen los ritmos típicos de China, ¿qué se baila? ¿Cuáles son las manifestaciones artísticas folclóricas de ese país? ¿Qué representa la Muralla China? ¿Qué son los “Guerreros de Terracota?. A su vez, la RD debe hacer conocer al pueblo chino qué significa que aquí “todo empezó”; qué representa el Faro a Colon; por qué Santo Domingo es Ciudad Primada de América; qué representa la Zona Colonial de la ciudad, lógicamente la más antigua del “Nuevo Mundo”. Si queremos captar el codiciado turismo chino hay que trabajar en la sociedad china. Sin duda tarea compleja y costosa en un país tan enorme. También China quiere hacer conocer el nivel de su cultura a un nuevo amigo. He tenido el privilegio de presenciar espectáculos promovidos por la Embajada China con expresiones impresionantes de danzas típicas y de instrumentos musicales “sui generis” propios de esa cultura. Seguro estoy que ninguno de los no chinos presentes en el teatro habíamos visto jamás esos instrumentos. Recientemente se acaba de desarrollar una jornada de cine chino con ofertas que igualmente impresionaron. La televisora estatal, o alguna privada, podrían haber aprovechado para gravar y difundir manifestaciones culturales de alto nivel y brindar al pueblo opciones de desarrollo cultural.
Que haya trascendido, hasta ahora, la RD ha llevado a varias ciudades chinas una exposición de obras de destacados artistas plásticos nacionales. No pretendamos que la embajada criolla en Beijing disponga de recursos para emprender un programa de difusión bien complejo. Las instituciones nacionales – cultura, turismo, economía, industria y comercio – deben brindar su aporte. Es una manera sutil pero directa y efectiva de promover al país. Hoy día se ha desarrollado una nueva especialidad de estudio y ejecución conocida como “economía de la cultura”. La cultura también genera ingresos.

¿Cómo lograr que la RD pueda llevar a todas las ciudades chinas un acercamiento a las manifestaciones culturales nacionales? Hacen falta muchos recursos pero hay que ejercitar la imaginación. Un convenio de intercambio entre las televisoras estatales para reciprocar materiales de divulgación para su trasmisión es económico pero de gran potencial.

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