El presidente de la Federación Internacional de Boxeo (AIBA), el taiwanés Ching-Kuo Wu, que había sido suspendido por su propia federación, anunció ayer (lunes) que dimite como «un gesto» para resolver la crisis de gobierno.
Tras 11 años en la presidencia, Wu, también miembro del Comité Olímpico Internacional y de su comisión ejecutiva, «decidió dimitir», indicó la AIBA, precisando que ambas partes habían «aceptado resolver de manera amistosa» los problemas de gestión.
El taiwanés es también miembro del Comité Olímpico Internacional y y lo era de su comisión ejecutiva, de la que dimitió ayer, aseguraron fuentes de la instancia. De esta forma no acudirá a Lausana el 5 y el 6 de diciembre a la reunión del gobierno olímpico para decidir sobre la participación o no de Rusia en los próximos Juegos de invierno de Pyeongchang.
El italiano Franco Falcinelli asegurará la presidencia interina a la espera de las nuevas elecciones, en un congreso extraordinario que se celebrará en Dubái el 27 de enero.
Las acciones legales ante la justicia que habían cruzado Wu y los miembros del comité ejecutivo que habían puesto en duda su gestión han sido «retiradas».