A punta de armas largas y cortas y esposado, un contingente policial del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva sacó de su restaurante al chino que la jueza Rosalba Garib Holguín acusó de agredirla el lunes, cuando compraba un servicio de pechurinas y al que cinco minutos después mandó a apresar.
Aún asustados por el sometimiento que le hizo Garib Holguín, quien es coordinadora de los Juzgados de la Instrucción del Distrito Nacional, el asiático Wie Con Hu, no acostumbrado a enfrentarse a cuestiones de justicia, narró ayer que la jueza reaccionó molesta porque luego de que le compró el servicio de pechurinas, de 110 pesos, no le quiso vender 30 pesos adicionales. Indicó que la jueza lo amenazó con mandarle la Policía, la cual llegó a los cinco minutos: un grupo de cerca de 20 agentes, incluyendo capitán y coronel, quienes lo sacaron del lugar junto a un sobrino de 19 años y a un empleado de la cocina, que no se había percatado del incidente. Con Hu admitió que su español es muy malo. Negó que agrediera a Garib Holguín y le lanzara el dinero en el pecho, y le insta a que muestre los golpes.
La clave
Golpearon y humillaron
La esposa del chino, Hui Jin, dijo que no intervino en la discusión con la jueza y que se acercó a ella solo para darle los 10 pesos que rodaron por el suelo cuando su marido se los puso en el mostrador. La china mostró los rasguños que tiene en el brazo derecho y las marcas en la espalda y el pie derecho, cuando también fue apresada por siete policías. Una de las agentes la haló por los cabellos.