Chipoteo gubernamental: continuando lo que está mal

Chipoteo gubernamental: continuando lo que está mal

Algo anda mal en las altas esferas gubernamentales que dejan sensación de chipoteo entre aquellas consignas de continuación o corrección de  lo bien o mal hecho. Mientras se reconoce con creces el enorme déficit fiscal previamente negado, se proyecta pasivamente los dispendiosos gastos que lo originaron: nómina supernumeraria, duplicidad de organismos, ritmo de construcciones y pagos sin ponderar que en el primer semestre se agotó lo presupuestado para el año, sistema privilegiado de compras y precios de compraventa de electricidad financiado con subsidios entre otras transferencias corrientes, uso de bienes públicos para beneficio privado, etc.

Tal pareciera que la consigna ahora es continuar, en lugar de corregir, lo que está mal.

Porque en términos generales estuvo mal, pero muy mal, incidente en lo peor, el déficit fiscal originado en el dispendio de gastos efectuados por el gobierno  anterior. De ahí que constituía lo urgente, justo y expedito corregirlo por la misma vía que lo generó: el gasto; y así evitar efectos económicos, sociales, políticos e institucionales adversos.

Pero no ha sido así. En cambio el gobierno ha dado señales, mediante proyecciones y declaraciones, que continuará lo malo.

Proyecta seguir gastando sin reducir un 15% de lo gastado en el primer semestre 2012 para someterse al Presupuesto, lo cual puede todavía lograr:  (1)anulando 37,500 puestos nombrados irregularmente, no cumplen jornada de trabajo u ocurrentes en prohibiciones que establece la Ley de Función Pública; (2) suspendiendo organismos carentes de sustentación legal o creados para ejecutar préstamos internacionales o parte del más de centenar mencionados en el Manual de Organización del Estado carentes de especificidad presupuestaria; (3) garantizando el cumplimiento del decreto presidencial para reducir compras hasta un 15%; (4) haciendo cumplir las leyes sobre comercialización y precios de energía comprada por distribuidoras a generadoras; (5) sometiendo  transferencias privadas al riguroso cumplimiento de las leyes; (6) ralentizando inversiones en megaproyectos; (7) renegociando deudas para disminuir intereses que solamente la interna devenga más RD$100 millones diarios; (8) evitando que la fungibilidad de las transferencias presupuestarias genere dispendio en autonomías; (9) velando que ningún  funcionario entrante o saliente administre ilícitamente recursos en provecho propio, haciendo cumplir disposiciones constitucionales sobre declaración jurada sin miramientos jerárquicos como partida para fijar responsabilidades sobre el déficit y (10) liberando al Estado de cargas en la administración  de proyectos como el Metro.

Ninguna de estas maleficencias corrige el gobierno, optando por continuarlas, evidenciando chipoteo.

Adicionalmente, tres medidas hubieran aumentado ingresos sin impuestos: (1) eliminar discriminaciones de tasas y sistemas de facturación que disminuyen recaudaciones e instituyen privilegios; (2) verificar que todo ingreso recaudado se reporte en arcas públicas; y (3) estableciendo contribuciones a empresas mineras como las de 1987 que produjeron más recursos que los ofrecidos por el FMI.

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