Chipper Jones deja un legado indiscutible en el béisbol

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ATLANTA (MLB.com)- Chipper Jones fue uno de los rostros más reconocibles en una de las franquicias más exitosas de su época. Su legado es formidable.

Y ahí es donde empezamos.

Esperemos que durante su última temporada Chipper reflexione acerca de la trayectoria de los Bravos en sus 19 años con la organización.

Para cuando Jones disputó su primer juego con Atlanta en 1995, Bobby Cox, Stan Kasten y John Schuerholz ya habían convertido al equipo en una franquicia ganadora. Heredaron una club que batallaba para atraer a un millón de fanáticos y en seis ocasiones observaron a más de tres millones de aficionados ir a ver a los Bravos.

Chipper llegó en buen momento y con su desempeño en el terreno se ganó los corazones de los aficionados. Se unió a un equipo que había ido a la postemporada en temporadas consecutivas y ayudó a alargar la racha a 14.

Gracias en parte a Chipper, el béisbol renació entre la juventud del sur del país y no es difícil hacer la conexión entre la prominencia de Jones y la abundancia de talento del estado de Georgia que está disponible ahora en el Draft amateur.

Pocos jugadores se pueden despedir del juego sabiendo que han impactado el deporte como lo han hecho Jones y sus Bravos.

Ahora háblenos del Salón de la Fama.

En pocas palabras, sí pertenece. Definitivamente.

Chipper fue seleccionado como el Jugador Más Valioso de la Liga Nacional en 1999 y ha estado en los primeros 10 jugadores con más votos para el galardón en otras cinco ocasiones.

Durante sus primeras ocho temporadas, Chipper promedió 156 juegos al año, bateó .309 y tuvo un OPS (porcentaje de embasarse más slugging) de .948.

A esas alturas ya se había establecido como uno de los mejores jugadores de su generación y, ¿no es esa la definición de un Salón de la Fama?

Y los Bravos fueron a los playoffs todos los años. Chipper bateó .308 cuando ganaron la Serie Mundial en su campaña de novato y su promedio de postemporada de por vida es de .288.

Aun con lo impresionante que fueron esas primeras temporadas, Chipper, de 39 años de edad, ha mantenido un alto nivel de juego a lo largo de sus 18 campañas. Su promedio de por vida es de .304 aunque ha bateado por debajo de .300 en las últimas tres temporadas.

Ha disputado las últimas temporadas con dolores en las rodillas, pero siguió luchando por el amor al juego. En esa forma, fue lo máximo como líder, no por sus palabras, sino por sus acciones.

Chipper comienza su última temporada en el 33er lugar en lista de jonrones de todos los tiempos con 454, en el 21er lugar en bases por bolas con 1,455 y en el 40mo lugar en carreras producidas con 1,561.

Su porcentaje de embasarse de por vida es más alto que el de Joe DiMaggio y su OPS mejor que el de Hank Aaron. Ha negociado más boletos que Al Kaline y sonado más jonrones que Carl Yastrzemski y Carl Ripken.

Una de las cosas que lo hizo especial es que parecía tenerle amor a su trabajo en todo momento. Quizás sea por eso que siempre tenía una sonrisa en tantas de las fotos que se le han tomado en los últimos 18 años.

Chipper compartió con los aficionados, firmó autógrafos, dio entrevistas y entendió mejor que casi todos los jugadores que ser ligamayorista implica más que hacer el trabajo en el terreno.

Para Jones, se trataba de representar su deporte como se debe, apreciar lo que tenía y ayudar a otros. Si Chipper Jones tuvo un día gris en el estadio, casi nadie se enteró.

Cox tomó la decisión de usar la primera selección del Draft de 1990 para elegir a Chipper en lugar de la opción más popular, Todd Van Poppel. Jones recibió un bono al firmar de $275,000 y otros $68,000 para cubrir posibles gastos universitarios.

Cox luego dijo recordar cómo Jones lo miró a los ojos durante las reuniones mientras que Van Poppel evitaba hacerlo. Cox consideró que ese pequeño gesto decía mucho acerca de la confianza de Chipper en sí mismo. En sus 17 años con los Bravos, Jones estuvo en el lineup de Cox 1,656 veces.

Chipper tuvo que contener las lágrimas cuando habló de lo rápido que pasaron 18 años. Le dio las gracias a sus compañeros más jóvenes por darle energía. Ojalá le de consuelo saber que nosotros lo extrañaremos a él mucho más de lo que él le echará menos al béisbol.

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