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ZARAGOZA, España (AFP).- El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y el presidente francés, Jacques Chirac, sellaron el martes su voluntad de cooperación en la lucha antiterrorista durante una cumbre en Zaragoza centrada en gran medida en asuntos europeos.
Un asunto de clara armonía entre ambos fue la futura Constitución de la Unión Europea (UE), que España someterá a referéndum el 20 de febrero al término de una campaña en la que Chirac intervendrá el 11 de ese mes en Barcelona.
Zapatero invitó a Chirac, igual que a Schroeder, a compartir escenario en esa ocasión como «grandes líderes europeos».
El éxito de la colaboración entre ambos países en la lucha contra ETA, como lo demostró recientemente el desmantelamiento en Francia del aparato político de la organización separatista armada vasca ETA o el trabajo de un equipo mixto de investigadores, dio lugar a «agradecimientos» insistentes de parte de Zapatero al presidente y al gobierno franceses «en nombre de todos los españoles».
El gobernante español afirmó que la cooperación «se extenderá al terrorismo internacional, al crimen organizado y al tráfico de droga» a los cuales se dedicarán nuevos equipos conjuntos.
Esta XVII cumbre hispano-francesa, pero la primera desde la llegada al poder del socialista Rodríguez Zapatero, concluyó con una constatación «de acuerdo al 90%» y confirmó la existencia de una relación «excelente» con el conservador Chirac, dijo el dirigente español, lo que a su vez confirmó el mandatario francés.
«En el 10% restante estamos decididos a alcanzar acuerdos», afirmó.
Esas relaciones contrastan notablemente con las que predominaban durante el gobierno del conservador José María Aznar, debido a su apoyo incondicional a Estados Unidos en Irak.
En primera línea de los asuntos que plantean divergencias, que también fueron evocados figura la financiación de la UE para el periodo 2007-2013.
España, gran beneficiario de la solidaridad europea, que debería ver cómo se reducen esas ayudas tras la ampliación europea a países más pobres que ella, quiere que el presupuesto europeo sea lo más elevado posible. Francia, en cambio, contribuyente y beneficiario de importantes ayudas en el ámbito agrícola, quiere, como Alemania, limitar al 1% el Producto Interior Bruto (PIB) comunitario.
Francia podría aceptar una reducción «progresiva» de las ayudas a España a cambio de un acercamiento «flexible» de la reforma del pacto de estabilidad.
«Tenemos un año para resolver el problema y lo resolveremos», afirmó Chirac.
Antes de la cumbre europea del 16 y 17 de diciembre, que debe fijar la posición de los 25 sobre la apertura de negociaciones para la adhesión de Turquía a la UE, Francia intenta ganarse el apoyo de España, que consiste en favorecer negociaciones sin prejuzgar el resultado. Chirac fue el único que habló sobre este asunto, afirmando que los dos países «están de acuerdo».
Los seis ministros de cada país presentes en la cumbre (Interior, Defensa, Asuntos Exteriores, Equipamiento y Transportes, Industria y Asuntos Europeos) hablaron de infraestructuras viales, ferroviarias y marítimas entre España y Francia. El complejo asunto de las comunicaciones transpirenaicas será abordado en una cumbre monográfica en el primer semestre de 2005, en presencia de los jefes de gobierno de los dos países y de los responsables regionales concernidos.
