Chismes, chismes y más chismes…

Chismes, chismes y más chismes…

El chisme es una industria y una profesión; por demás decir, tal vez, un arte… Es, además, deportivo, entretenimiento, una diversión…

Le pertenecen todos los temas. Lo empleamos en derivaciones. Es sustantivo, adjetivo y verbo. Hasta como adverbio sabe funcionar. Solo tenemos que colocarle al final la partícula sustantiva “mente” y ya están cuatro funciones principales del lenguaje:

Sustantivo: chisme;

Adjetivo: chismoso;

Verbo: chismear;

Chismosamente: adverbio

Ejemplo de esta ultima: Ellos no te defendieron de manera franca, sino que se aprovecharon para hablar chismosamente de ti.

Podría usarse según la Academia, para dar una noticia, verdadera o falsa, o un comentario con el que se pretende indisponer a una persona en contra de otras, o que se murmure en contra de alguien. En algunos países de Sudamérica se aplica ese nombre a las “baratijas” o “trastos” pequeños. Es ahí un nivel coloquial del idioma.

La frase “lengua de vecindario” envuelto al nivel coloquial, se habla de “cosas sin importancia”.

Algunas derivaciones son: chismear, chismoteo, chismoso, chismero, chismografía, chismógrafo, chismorrear, chismorreo, chismorrero.

El origen de esta palabra es desconocido. El DRAE (Academia de la Lengua) dice: quizás del latín cisme. María Moliner, por su parte, ofrece la misma palabra “Cisme” y remite a varios usos, entre éstos el vocablo “chinche”.

Una sobre-columna de nuestro periódico, despliega a toda página, generalmente en la parte superior de nuestra publicación (perdonen la jactancia o el eufemismo), y hasta ahora su contenido y colocación se aposenta en las páginas deportivas. Se deduce que el material corresponde a esa área del matutino.

Pero prohijar esa sección con el título de: Chismes, Chismes y más Chismes: nos mueve a cierta preocupación.

Con ese “atractivo” vocabulario y con tres puntos del suspenso pensamos que el encabezado es más que suficiente. Basta con otro encabezado menos agresivo, porque tres veces chismes… y los puntos suspensivos para envolver al lector en la magia de la puntuación, creemos que el título es excesivo y desde ahí, desde el comienzo no se debe agredir  al lector, además  la puntuación, que despierta múltiples caminos hacia lo indefinido. Pensamos que tal título se debió al entusiasmo momentáneo del profesional que ideó la columna. No obstante, el material mismo, con su agregado de puntuación final, no obedece al contenido del encabezamiento.

Veamos la edición del sábado 21 de enero, 2012, p.5B, Hoy:

a) Ni el espacio dedicado a Cristian Casablanca (sic); b) tampoco el de Ronny Paulino. c) Ni el matrimonio del Torito. d) ni el conversatorio acerca de Alvarito Arvelo tienen nada que ver con chismes. El único que tiene algo fue el de Carmona; pero no fue en su contra, sino en contra del público que le exige más de la cuenta.

Para mí la columna está muy bien, con ilustración adecuada. Cuestión de cambiarle el título, nada más.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas