Como es natural, sólo quedan las reacciones. Se entregaron los premios Casandra y ayer todo era comentarios. En el programa El café de la risa, de Radio Universal, criticaron el homenaje a Casandra Damirón y le faltaron el respeto a su nieto, quien cantó parte de los temas que la Soberana popularizó.

Los conductores del referido programa preguntaban por qué no pusieron a cantar en ese homenaje a Sonia Silvestre, Elenita Santos, Rhina Ramírez y a otras. Por no investigar hablaron disparates. Un nieto de Casandra fue la mejor idea.

A Zoé Saldaña y a Freddy Ginebra les han dicho de todo. A ella, que comenzó bien, pero que luego dejó caer la producción. De él, que fue bastante frío. Hay que recordar que los diálogos no fueron escritos por ellos, aunque debieron darle más sabor a lo que decían.

Todavía hay muchos de los perdedores que parecen dragones, botan candela por sus bocas. Hay que aconsejarles que tengan calma, que la inversión en los trajes no se pierde, porque los pueden usar de nuevo.

Una joven gastó el sueldo, buscó prestado y pidió a los familiares para completar los chelitos que se tiró encima en trapos, accesorios y extensiones de pelo. A la pobre ni un camarazo le dieron.

No importa, lo importante es estar nominado. Ya eso constituye un premio. Esas expresiones son muy escuchadas, pero todo es de la boca hacia afuera, porque la realidad es otra.

Son pocos los perdedores que hablan la verdad, porque todos quieren ganar. En ocasiones y para salir del paso, dicen que el triunfo del otro es su triunfo. Mentira.

Finalizó el Festival de Viña del Mar y se entregó el premio Casandra. Sigue el carnaval por varias ciudades, hay que disfrutarlo.

Joe Veras está de risitas, porque en la gira por Estados Unidos será entrevistado en importantes programas de cadenas hispanas. El hombre aprovecha para promocionar disco.

Jochy Santos no se da por nadie, especialmente cuando está en el programa por Telesistema. Se rodea de bellas mujeres que no le temen al frío.

Hay una guerrita entre diseñadores, y se cree que es por el dominio de los trajes exhibidos en el Casandra. Es fácil de determinar quién vistió y quién no. Paciencia, mucha paciencia.