Nadie recuerda que Sammy Ramírez pasara por orquestas de merengue, pero el hombre asegura que sí y que fue en los 80 y 90. Sammy fue el que salió ayer en las páginas de ¡ALEGRÍA! diciendo que los cantantes cristianos evangélicos no pueden estar nominados a los premios Casandra.

El hombre considera que el Casandra es una imagen y que por lo tanto no es digna para los evangélicos. Aquí sí se ven cosas.

Las fotos de las muchachas en actos lésbicos encima de la yipeta son las más enviadas por correo electrónico. Las tiene hasta el gato.

Por suerte Vladimir Dotel supo aclarar rápido que la yipeta no es de su propiedad. Cuando se supo por la placa que estaba a su nombre, la morbosidad por poco tumba altares. Hay quienes gozan con la maldad.

Un grupo de muchachas estaban polemizando, porque unas decían que Manolo Ozuna es feo, pero gracioso. Otras defendían sus posiciones de que el muchacho pica, pero lo salva lo profesional que es. ¡Vagas!

Cada cierto tiempo se arma la de nunca acabar entre las muchachonas de la televisión. Ahora le toca a Georgina Duluc y a Miralba Ruiz. Todo por una encuesta.

La que está tranquila, bien posicionada, es Sharmín Díaz. Le echará «güiri güiri» a las demás. Será la envidia de muchas.

La Comisión Nacional de Espectáculos Públicos no termina de modificar el Reglamento 824. Como va la cosa, sucederá igual que con las pasadas autoridades: se fue el tiempo y nada.

Llega una comunicación de Espectáculos Públicos en la que se anuncia que la adecuación del Reglamento permitirá hacer uso de una nueva legislación para la regulación de los medios audiovisuales. Muchas palabras.

Nominados a los premios Casandra están llamando y enviando sus carpetas con todo lo que hicieron. No sabemos para qué, pero que sigan llegando. La papelera espera.

A las ruedas de prensa con artistas extranjeros acuden personas que trabajan en programas de televisión y radio que dan vergüenza. Más que preguntar, duran varios minutos elogiando y dando gracias porque por fin están cara a cara. Así no.