Chispitas-Chispitas

Chispitas-Chispitas

En el Senado de la República nadie sabe de dónde El Jeffrey sacó la idea de que se le iba a rendir un homenaje. Todo parece indicar que se trata de otro invento. ¡Bárbaro! 

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El único mérito que tiene El Jeffrey ahora mismo es que definitivamente es el merenguero que más ha sonado en lo que va de año y el que más fiestas ha tocado. ¿El precio ?… no se sabe, pero se especula mucho sobre ese aspecto.

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De lo más bonita se ve la esposa de Eddy Herrera con su segundo embarazo, a quienes se les vio pasear el pasado domingo con su primera hijita en su flamante Mercedes Benz por los predios del hotel Jaragua. ¡Dios bendiga a esa linda y exitosa familia!

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La crisis energética, la precaria situación económica que persiste y la alta tarifa eléctrica están acabando con las emisoras de radio y televisión. Por eso y otros factores adversos, se dice que hay canales de UHF y hasta de VHF quebrados y algunas estaciones de radio que podrían ponerse a la venta.

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El periodista José Rafael Vargas inició su gestión duro y curvero como presidente del Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (INDOTEL), pues ha tenido que cerrar más de diez estaciones de radio que fueron puestas en el aire de forma ilegal durante el período de transición en el Sur, el Este y el Norte del país. ¡Qué buenos aprovechados! 

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Muy acertada la decisión del secretario de Estado de Cultura, licenciado José Rafael Lantigua, de designar al auditorio de esa dependencia con el nombre del escritor Enriquillo Sánchez.

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Muy mal por los programadores y directores de emisoras de la capital que se rehusan a pautarle el disco al joven cantante dominicano Claudio Piantini, mientras se pasan las 24 horas sonando a todo dar extranjeros como Obie Bermúdez, Luis Fonsi, Alex Ubago y Alejandro Sanz. Son contadas las emisoras que lo tocan.  ¡El complejo de Guacanagarix va a acabar con nosotros!

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Algunas damas encopetadas salieron con los moños como un remolino del concierto de Jandy Féliz el pasado sábado en el Teatro Nacional, y no precisamente por los ciclones, sino por los vientos huracanados de los dos abanicos alquilados esa noche para suplir en parte la falta de aire acondicionado.

¿Y los ocho millones de pesos que gastaron las anteriores autoridades de Cultura en su reparación?… pregunta un amigo lector.

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