El mundo se acaba, no hay dudas. Hasta las latas vacías de comida de perros que bota Paris Hilton tienen altos precios.

Antonia, la gordita del barrio de Capotillo, le echa tripa de pollo a su perro y sólo Chispitas lo dice. María, “la larga” y que vive en Herrera, a su gato le da de comer  arroz con salsa de salami. Tampoco nadie dice nada. Lo de Paris Hilton, que lanza lata vieja de comida de perros en un zafacón, sale como noticia para el mundo. Esa fama no es fácil.

Muchos lectores están de acuerdo con esta sección, en eso de lo  exagerado que es Marc Anthony.

Dios, oriéntalo para que deje en su casa a Jennifer López y no la tenga para secarle el sudor al bajar de tarima. Dizque el cantante es más celoso que un cangrejo antes de cruzar la autopista  Las Américas.

No sé qué opinan los hombres, pero tener una mujer como Jennifer López  le quita la respiración a cualquiera. ¿Exageramos?

Los celosos no pueden relacionarse  con mujeres que hayan tenido varios novios. Viven atentos.

Ni el celular le puede sonar, pues creen que es el señor del pasado. Eso no es vida, sino un infierno. Los cardiólogos dicen que hay que evitar el estrés, porque mata.