Hay personajes que cuando ven una cámara fotográfica se  ponen nerviosos, les da un “mueve, mueve”. Son fieles a las fotos en las sociales.

Los hay que preguntan a los fotógrafos que cuándo será la publicación. Como ya los fotógrafos están cansados, algunos  sólo le disparan el flash.

Jennifer López y Marc Anthony  han durado juntos más de lo esperado por los envidiosos, los que decían que en un año todo terminaría. Se equivocaron, porque el flaco está más pegado que una rana en cabeza mojada.

Paris Hilton está recogiendo rolos, pinchos, su caja de polvo y unas cuentas chucherías más, porque sale mañana de la cárcel.

Dizque una reclusa le dijo que le dejara los rolos, para así usar algo de una famosa y millonaria rubita. Vaya usted a ver.

La fama es el alimento de la vanidad, cuando no se tiene los pies en la tierra.

La fama amarga más cuando los humos llegan a la cabeza. De ahí vienen las conductas negativas, los disparates y la prepotencia. Demasiado arrogancia.

Cuando a usted lo liquiden en un trabajo no salga acabando con la empresa y deje que el tiempo determine su aporte. No es bueno salir programa por programa a llorar la despedida y decir que espera que lo vuelvan a llamar.

Orgullo contra cabellera, como decían los luchadores, es lo que se adapta mejor a los despidos. Si fue injusto, entonces reclame, porque las injusticias no son perdonables.