Hay artistas que cuando son contratados reciben la mitad del dinero acordado. Si el “empresario” no le completa lo que le debe antes de subir al escenario, dicen “no hay presentación, no hay alegría”.

Y se entiende la exigencia, porque han sucedido cosas extrañas en algunos contratos. Hay unos vivos que se van con lo ajeno.

No sabemos ustedes, pero nos gustaría compartir cerca por un día con Paris Hilton. La muchachita irá a la “chirola”. Por cabeza dura estará en prisión.

Si por aquí las leyes se cumplieran como en Estados Unidos, otra cosa fuera.

Vimos a una joven transitar en una yipeta y cruzar tres semáforos en rojo. Nadie hizo nada, ni los agentes de Amet y menos los padres de la prepotente. ¿Quién ayuda a mejorar?

No es por nada, pero en nuestro país pasan barbaridades. Son increíbles y nadie hace nada.

Siguen las presentaciones de conciertos y el público asiste como si las boletas las regalaran. “Lo importante es entretenerse”, comentó uno.

Con apagones, impuestos, poco dinero y sin aumento de sueldos, hay que buscar el escape.