Don Omar es uno del reggaetón que más público tiene y por su estilo en los últimos temas, cuenta con la admiración de muchos que lo miman y lo respetan. El día que haga el concierto, el éxito está asegurado.

En el concierto del grupo Aventura aumentaron los aplausos y la fanaticada soltó chillidos que se escucharon en el Parque Colón. La exageración es de una admiradora que nos dijo que ama a Don Omar.

La actriz Cameron Díaz estuvo la semana pasada en el centro de los escándalos, pero ya todo ha vuelto a la calma. En los tribunales le ganó el caso a un fotógrafo chantajista y a un periódico de Londres, que había dicho que estaba con un hombre casado.

La rubia de origen cubano echará en su cartera una buena cantidad de dinero que deberá ser entregada por el fotógrafo y el diario.

Los delincuentes están obligando a familias serias a vender por cheles sus casas. No hay quién los aguante. Dicen que hay policías que temen a los delincuentes y como viven en los mismos sectores, en ocasiones hasta comparten en los colmadones.

Antes, cuando se regaba el rumor de que fulanito era ladrón o consumía drogas, nadie se le acercaba. Ya hay tantos, que hasta en reuniones de vecinos se juntan.

Se acerca el día de la presentación de Ja Rule, el artista que más exige. Ahora quiere que cientos de miembros de seguridad le abran paso por donde cruce. No desea encontrarse con tapones en ninguna calle.

Mientras Ja da a conocer la lista de sus caprichos, por aquí hay unos principiantes de artistas que piden media libra de bofe, un litro de ron, dos funditas de agua, un pote de agua florida, una caja de mentas, tres sobres de polvo Para Mí, una caja de paletas (de las que se le ponía arriba un chocolatico), un paquete de servilletas de papel (de las que al pasarse por la frente se pegan), una caja de velas, una libra de salchichón del que tiene mucha harina y un juego de toallas de las que ponen en los moteles (no sirven ni para limpiar el piso).

Uno que sueña con ser bachatero sólo pide que lo contraten, que de lo otro se encarga él.

Mientras más fama se tiene, más alta es la cotización. Igual la lista de chucherías. Hay una realidad, quien no exige, no logra nada.