Chistes

Chistes

Era un chiste tan malo, tan malo, que tuvieron que castigarlo.

Era tan alto, tan alto, que no tenía sien, sino mil.

Era tan alto, tan alto, que por las noches se ponía una luz roja para que los aviones no chocaran con él.

Era tan avaro, tan avaro, que no prestaba ni la menor atención.

Era tan avaro, tan avaro, que no se ponía al sol para no dar sombra.

Era un cartero tan lento, tan lento, que cuando entregaba las cartas eran documentos históricos.

Tenía la boca tan pequeña, tan pequeña, que para decir tres tenía que decir uno, uno, uno.

Era tan bajo, tan bajo, que cuando escupía tenía que subirse a una silla para no ahogarse.

Era tan alto, tan alto, que cuando miraba hacia abajo le daba vértigo.

Era tan alto, tan alto que en la cabeza tenia pájaros.

Más leídas