Hombre de bien, afable, generoso, preocupado por los demás y el bien del país
Conocí a Alejandro Asmar Sánchez recién ingresado a la Universidad de Santo Domingo (1957). Antes de inscribirme en la Facultad de Derecho, decidí verme con don Horacio Martínez, director del Departamento de Deportes y mánager del equipo de béisbol. Le manifesté mi deseo de formar parte del equipo.
El “Rabbit” había sido entrenador de la selección nacional que participó ese año en el II Torneo Mundial de Béisbol Juvenil celebrado en Ciudad México. Se sintió complacido. Me invitó asistir a la práctica el próximo jueves.
Ese día nació nuestra amistad para perpetuarse. “Chito” se había destacado como lanzador zurdo, pero molestias en su brazo, se vio obligado a desempeñarse como primera base. Buen bateador, era tercer bate de un “line-up”, que contaba con un trabuco de formidables bateadores.
De mi parte, afortunadamente obtuve la posición de short –stop”. Hicimos magnífica combinación, defensiva y ofensiva figurando ambos entre los líderes en bateo, carreras anotadas y Chito, además, en impulsadas según el informe de Productos Cami y Ron Barceló Blanco y Dorado, patrocinadores del Campeonato de Béisbol de Aficionados “Era de Trujillo” donde aparecen los numeritos publicado en la prensa, 9 de mayo 1958, veamos:
“Mejores Bateadores: Alejandro Asmar (USD) tercero, 381. Luis Scheker (USD) quinto, 343.
Mejores Anotadores: Alejandro Asmar, primero 11. Luis Scheker, segundo 10. Entre mejores empujadores, 10, 5 de la USD, Chito uno de ellos. Estado de los Equipos, USD, Grupo B, primer lugar, 10 juegos jugados, 8 ganados y 2 perdidos. Hasta llegar los días de exámenes finales. Como advertía mi padre: “Primero el estudio, después la pelota”.
Espíritu entusiasta, innovador, creativo, Chito Asmar Sánchez sentía pasión por los deportes, por cada disciplina. Igual dedicación y entrega los diversos cargos que desempeñara.
Fundador de la Escuela Nacional de Árbitros, la Federación de Árbitros y Anotadores, la Liga de Béisbol de Verano. Asesor de la Federación Nacional de Peloteros Profesionales del Comité Olímpico Dominicano, presidente “Ad Vitae” del Club Deportivo Naco.
Desde aquel primer encuentro, cada paso significaba un avance en la ruta del deporte igual en cargos y funciones públicas y privadas, que servían para engrandecer su estampa, para hacer más firme nuestra amistad, sin que nada nos distanciara.
Asmar Sánchez, de una familia prominente, sencilla, fue hombre de bien, afable y generoso, preocupado por los demás y el bien del país.
Excelente padre, deportista, atleta, de vida austera y particularmente amante del deporte, llega a la cúspide cuando es exaltado como Propulsor a la Inmortalidad Deportiva en el Ceremonial del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano, celebrado el tercer domingo de octubre del año 2005.