SANTIAGO.- El conductor de la patana que chocó a 30 personas que se trasladaban desde Constanza a Santo Domingo había apagado su motor como forma de ahorrar combustible, pero le sorprendió una de las peligrosas curvas de la vía cuando divisó el autobús, sin que pudiese encender de nuevo y manipular el pesado vehículo.

La afirmación fue hecha por el ayudante-cobrador de la guagua, José Antonio Batista, en el hospital “Pedro A. Céspedes” de Constanza, previo a su salida del centro asistencial donde fue atendido desde el viernes.

“La patana venía apagada, no se escuchó ningún ruido de que se acercaba otro vehículo y cuando el chofer quiso encenderla para girar el guía en la curva, ya estaba encima de nosotros”, narró Batista.

En el accidente fallecieron seis personas, cuyos cadáveres fueron sepultados ayer en medio de escenas de dolor en la población de Constanza donde el luto se hizo colectivo.

Hasta este sábado la Policía no había determinado el nombre del conductor de la patana que fue ingresado junto a otros heridos en el hospital de Bonao.

Mientras en el hospital Regional José María Cabral y Báez, de esta ciudad, Luis Manuel Morillo King de La Vega y Pedro Enrique de Marchena de Bonao se informó que se mantienen estables los heridos que fueron ingresados en esos centros de salud. Sin embargo no fue posible obtener sus nombres.

De los 18 heridos sólo cinco se encuentran aún internos en esos centros. En cambio el chofer del autobús Francisco Reyes fue trasladado hasta el hospital Central de las Fuerzas Armadas para ser atendido de los golpes en la cabeza y el pecho que le mantienen en estado delicado.

En un ambiente de dolor y luto la comunidad despidió este sábado a Yeisi Castillo de 6 años, hijo de Joselito Castillo; Niurka Torres de 4 años, hija de María Yésica Rosario, Amarilis Camacho Torres, de 42 años, Eridania Espinal de 17 años, Raquel Gil Santos de 20 y Emeregilda Viola de 48 años. Todos residían en este municipio.

Hasta el lunes la comunidad se encuentra de luto por resolución de la Sala Capitular que declaró dos días de duelo por la muerte trágica de seis personas, entre ellos tres menores.

Del hospital de Bonao fueron atendidos y despachados Inocencio Hernández, Melisa de la Rosa, Lemi Rafael Santos, Jancarlos Angustia, Elvira Pérez, Félix Quezada, Dignora Rosa Santos, Hilda Segura, Nelsida Núñez, Altagracia Madera, Vianela Vicioso, José Angel Batista, Francisco Ureña Reyes y Eunise Suriel.

En el Cabral y Báez seguía recluida ayer también en delicado estado la señora Daisy Peña, de 49 años, el otro interno no fue identificado.