Las pensiones por vejez o por enfermedad para los choferes del transporte público del país son tan precarias, que en la Caja de Pensiones y Jubilaciones para Choferes esperan que muera un pensionado para incluir a otro, en la larga lista de espera.

Cientos de choferes enfermos y en edades avanzadas, que depositaron sus documentos para ser incluidos en el plan de retiro y que no pueden seguir al volante en el transporte público de pasajeros, aguardan por la pensión en la Caja de Pensiones.

Muchos cuentan que están cansados de acudir a la oficina principal en el sector San Juan Bosco, “y siempre nos dicen que aún no hay cupo”.

Mario Ramírez, quien padece de una afección cardíaca que le produce frecuente cansancio, expresó que algunos, para poder ser tomados en cuenta, deben conseguir que el sindicato insista ante las autoridades de la Caja de Pensiones y Jubilaciones para Choferes.

Declaró que muchos sospechan que estas pensiones se han politizado.
“El problema está en que se nos dice que traigamos los documentos y después de que pasamos meses juntando estos papeles, tardan años en responder”, lamentó un chofer que pasó 25 años frente al volante, en una ruta de autobuses de la avenida 27 Febrero, del Distrito Nacional.