Dania Batista Peña
A pesar de ser parte del desorden de la capital, al aparcar sus vehículos en una calle de dos carriles, como la avenida Pedro Henríquez Ureña, los choferes de esa ruta afirman que su parada está oficialmente autorizada por la Oficina Técnica de Transporte Terrestre (OTTT).
Se mostraron enojados por una fotografía publicada en este diario en su edición de ayer, citándoles como parte del caos del tránsito de la ciudad. Ustedes nos están creando mala fama dijeron.
Aseguraron que esa es su parada formal desde hace 12 o 13 años y que fue aprobada por la autoridad competente. Sin embargo, se quejaron de que les han colocado otras rutas de autobuses y carros que reducen el flujo de pasajeros.
Los carros públicos del trayecto, conchos o biónicos, como les llaman los usuarios, parten desde la Henríquez Ureña y llegan hasta la Duarte. Explicaron que en algunos casos, cruzan el puente Ramón Matías Mella y avanzan por la 25 de Febrero.
Cuestionaron que no se fotografiara la otra cuadra, de la misma avenida, entre la Máximo Gómez y la César Dargam, donde vehículos privados se estacionan dificultosamente, en un tramo más estrecho.
Hay parqueos en la zona, pero cobran RD$30 por hora y RD$10 por cada quince minutos extras, por lo que los conductores prefieren estacionar en la calle.