Santiago.- Chóferes del transporte público y privado de esta ciudad que utilizan el Gas Licuado de Petróleo (GLP), para movilizar sus vehículos, han comenzado a enfrentar algunos inconvenientes para adquirir el carburante debido a la escasez que se produce desde el pasado lunes.

Ayer el suministro del GLP seguía precario en algunas estaciones de expendio, lo que causó malestar en los conductores, según informó Domingo Matías, secretario general de la ruta K.

Además de los choferes, las amas de casa y los dueños de negocios, como las panaderías y algunos restaurantes que utilizan el servicio de gas propano presentan problemas para comprarlo.

 «La situación está difícil porque los  están detrás del gas y ya hay bombas que agotaron el combustible», dijo el sindicalista Domingo Matías, quien atribuyó la escasez a una «nueva jugada» del gobierno para aumentarle el precio en los próximos días.

Afirmó que las autoridades buscan provocar la escasez ficticia del carburante para luego aumentar su precio al consumidor, alegando que este se compra a un costo más elevado en el mercado internacional.

Los choferes del transporte público dijeron que si la escasez del GLP continúa en esta ciudad, se verá afectado en gran manera las clases y el comercio, ya que la mayoría de la población estudiantil y laboral acude al transporte de pasajeros para movilizarse.

SANTIAGO.- Chóferes del transporte público y privado de esta ciudad que utilizan el Gas Licuado de Petróleo (GLP), para movilizar sus vehículos, han comenzado a enfrentar algunos inconvenientes para adquirir el carburante debido a la escasez que se produce desde el pasado lunes.

Ayer el suministro del GLP seguía precario en algunas estaciones de expendio, lo que causó malestar en los conductores, según informó Domingo Matías, secretario general de la ruta K.

Además de los choferes, las amas de casa y los dueños de negocios, como las panaderías y algunos restaurantes que utilizan el servicio de gas propano presentan problemas para comprarlo.

 «La situación está difícil porque los choferes están detrás del gas y ya hay bombas que agotaron el combustible», dijo el sindicalista Domingo Matías, quien atribuyó la escasez a una «nueva jugada» del gobierno para aumentarle el precio en los próximos días.

Afirmó que las autoridades buscan provocar la escasez ficticia del carburante para luego aumentar su precio al consumidor, alegando que este se compra a un costo más elevado en el mercado internacional.

Los choferes del transporte público dijeron que si la escasez del GLP continúa en esta ciudad, se verá afectado en gran manera las clases y el comercio, ya que la mayoría de la población estudiantil y laboral acude al transporte de pasajeros para movilizarse.