Choferes imponen sus reglas en avenidas de mayor circulación SD

Choferes imponen sus reglas en avenidas de mayor circulación SD

Las intersecciones de las avenidas 27 de Febrero con Isabel Aguiar y el entorno del kilómetro 9 de la Autopista Duarte son vivo ejemplo de cómo los choferes imponen sus reglas por encima de los agentes de la Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet).

En el primer caso se forma un pandemonio cuando el semáforo cambia, debido a que los carros y los minibuses del transporte se detienen prácticamente debajo de este a montar y desmontar pasajeros, o se detienen a esperar que aparezca alguien.

Esta situación se repite en las cuatro esquinas que conforman la intersección y tres agentes de puesto en la zona no daban abasto ayer para impedir que los choferes se detuvieran próximo al semáforo o en medio de las avenidas.

Ante tal situación se observó a un teniente de la Amet de apellido Merán con los sudores bajando por todo el cuerpo y pidiendo refuerzo a la base, porque con los dos agentes que le acompañaban no era posible evitar el desorden.

Mientras esto ocurría y no llegaban los refuerzos, siete agentes tenían contra la pared a un enfermo mental, en la 27 de Febrero esquina Caonabo, a quien persiguieron porque supuestamente caminaba por el túnel.

Ante la presencia de reporteros de este diario, los agentes reaccionaron agresivos y amenazantes, porque no querían fotografías.

Al desorden contribuye una parada de minibuses de rutas que viajan hacia los pueblos del Sur, en la 27 de Febrero casi esquina Isabel Aguiar, que a pesar de que tienen su local se estacionan en plena avenida, lo que deja poco espacio al libre tránsito.

Moto en emergencia. Durante un recorrido por el lugar se observó de todo, desde una ambulancia del Sistema 9-1-1 hasta un motoconcho con una madre y su niño en brazos en estado de emergencia y acelerando el aparato para llamar la atención y abrirse paso, porque debía llegar urgente al hospital Marcelino Vélez.

Además, vimos a un vendedor de tarjetas telefónicas enganchado sobre la defensa de una yipeta en movimiento, luego que el semáforo le diera luz verde.

El 9 de la Duarte. El entorno del kilómetro 9 de la Autopista Duarte no escapa a la situación, y tanto los carros como los minibuses y autobuses del transporte urbano e interurbano se estacionan comoquiera, sin importar la suerte de quienes vienen detrás.

Aquí fue vista ayer una sola agente de la Amet, que iba de un lado a otro tratando de poner orden a un sector que lo menos que tiene es disciplina y que al parecer no conoce de deberes y derechos.

Aunque existe un carril para dejar y tomar pasajeros, en este entorno los conductores lo toman como paradas de rutas, pero también ocupan los carriles que se supone son para quienes no tienen que detenerse en el área, lo que ocasiona un desorden mayúsculo.

Buscones. En el carril sur (oeste-este) la ley la imponen unos buscones que parquean los carros dondequiera, hasta los llenan de pasajeros y cobran una cuota de 20 y 25 pesos al conductor, labor que desarrollan frente a los agentes de la Amet.

El desorden crece en este entorno y ya alcanza hasta los alrededores de la estación del Metro María Montez, donde a pesar de la colocación de una cinta advirtiendo que se prohibe el estacionamiento, ya existe una parada de minibuses establecida.

Esta parada dificulta la circulación fluida del tránsito vehicular.

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