Decenas de choferes afiliados a sindicatos pertenecientes a la Central Nacional de Trabajadores Unitarios (CNTU) acudieron ayer a la sede de la Autoridad Metropolitana del Transporte (Amet) para protestar “por la zozobra” a que los someten  los agentes, que no los deja trabajar tranquilos.

Mientras, una comisión encabezada por el presidente del gremio,  Ramón Pérez Figuereo subió a la tercera planta de la sede de la Amet para exponer sus críticas contra los agentes, de  los que dijeron mantienen una cacería por falta de rótulos y otras situaciones, decenas de sus compañeros se quedaron frente al organismo a la espera de los resultados.

Pérez Figuereo condenó que las multas hayan aumentado de 50 a mil pesos, la mínima, lo que mantiene a los choferes prácticamente sin recursos para comer.

Aclaró que muchos conductores no han obtenido los rótulos porque no están disponibles, por lo que exigió que se suspenda de una vez la práctica de multar a los choferes, quienes además tienen la incertidumbre de que serían excluidos de las rutas alimentadoras del Metro.   

Dijo que llevará el caso de las multas hasta la Suprema Corte y el Congreso, tras considerarlas abusivas en un país que se cae a pedazos. En cambio, el coronel Rafael Encarnación Santos, subdirector de Amet, se desligó de la situación, “ya que esa institución lo que hace es hacer cumplir la ley, como auxiliar de la justicia.

Afirmó que  operativos  se realizan, en ocasiones, a solicitud de los propios sindicatos.