Choferes que se adueñan

Choferes que se adueñan

Transportistas han parcelado el territorio nacional. En la región Este, dueños de minibuses se agrupan para  predominar por la fuerza en rutas turísticas. En el entorno  del puerto de Haina se parapetan    cíclicamente dueños de camiones que se oponen al derecho de los empresarios, grandes y pequeños, a movilizar sus propias cargas en el intercambio comercial con el exterior. Se les impide mejorar la productividad en momentos en que tanta falta hace. Unos sindicatos de choferes del Sur se consideran dueños de las rutas y hay que arrodillárseles  para que permitan a otros vehículos  ajenos a ellos  detenerse en puntos intermedios  de sus trayectorias.

En Santo Domingo (a veces con la tolerancia y la bendición de  áreas de la autoridad  del transporte terrestre) grupos sindicalizados  del “concho” y minibuses imponen sus reglas para estacionarse  y tomar  pasajeros, sin respetar  a los demás usuarios  de las vías públicas; vías públicas que en realidad el “choferismo padrefamilista” convierte en cotos. La Ciudad y algunos  espacios de provincias se degradan porque grupos  de transportistas imponen sus conveniencias como si fuera ley  en perjuicio de los demás, y en desmedro de la imagen del país ante ojos de visitantes extranjeros que no se explican tan grave falta de autoridad.

Un incidente para reflexionar

Muchas  vías del país -especialmente  en Santo Domingo- son surcadas constantemente por vehículos oficiales que marchan raudos y con franqueadores que imponen momentáneas restricciones  a los flujos de los  automovilistas  del montón. Esto a veces causa desconcertantes entaponamientos. Preocupa que el ciudadano así afectado no quede en la certeza de que  la categoría de los funcionarios  y sus urgencias justifican el trastorno. Más bien queda la impresión de que algunas cuotas de poder  a veces se pasan de la raya o de que el derecho a preferencias por razones oficiales  en ocasiones se ejerce sin las debidas señales de luces centelleantes  y sirenas.

Esta reflexión estuvo inspirada obviamente en  el caso particular del alto oficial de la Policía Nacional que viajaba  con rapidez por una autopista, originándose una peligrosa confusión que incluyó disparos al coincidir en la misma ruta con la caravana de  vehículos  del Señor Vicepresidente de la República y acompañantes,  a los cuales, según versión oficial, trató de rebasar con insistencia y temeridad.

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