Choque de civilizaciones

Choque de civilizaciones

La Unión Europea vive hoy una crisis humanitaria migratoria sin precedentes. El más reciente reporte del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) indica que, hasta agosto de este año, unos 380 mil migrantes y refugiados entraron a Europa por el mar Mediterráneo. Estos números superan la cantidad de refugiados y migrantes desplazados en la II Guerra Mundial.

En la historia de la humanidad siempre se han dado movimientos de inmigrantes en todas partes del mundo. Pero lo que sucede ahora es diferente. Cada vez son más las personas que salen de sus países en busca de mejores condiciones de vida.

Sin embargo, ahora el componente de la seguridad es un elemento vital debido a que sus vidas se encuentran amenazadas como consecuencia de los conflictos armados. Por ejemplo, cuatro millones de sirios están hoy fuera de su país.

Datos del Instituto Nacional de Migración indican que más del 90% de las personas que están abandonando sus países son refugiados, por lo tanto demandan la protección y seguridad internacional. Pero los 28 países de la Unión Europea no pueden controlar la situación pese a que se habían establecido mecanismos de cómo manejar de manera conjunta la atención a refugiados.

Esta crisis humanitaria migratoria podría ser el preludio de una crisis política, económica y humanitaria mucho mayor. De ahí la necesidad de que, en tiempos de globalización y de interconexión de países y naciones, nadie se haga de la vista gorda.

Ahora bien, es necesario irse a las raíces del problema y evitar caer en la trampa de hacer transferencia de culpa solo a los villanos o tiranos de turno. Como dijera el primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, es ilógico enfocarse sólo en la cantidad de refugiados en vez de abordar las causas.

Si nos vamos a las raíces veremos la política militar e intervencionista de países occidentales que alimentan y estimulan conflictos armados con el objetivo de engrasar sus industrias armamentistas.
Prevalece la denuncia de que muchos de estos grupos terroristas orientales son entrenados, armados y alimentados en Occidente.

Es preciso también que la prensa no cuente estas tragedias con amarillismo y morbo, como sucedió con la foto del cuerpo de un niño sirio ahogado que buscaba asilo junto a su familia.

En fin, pareciera que estamos ya ante el choque de civilizaciones del que habló Samuel Huntington en un artículo, que después se convirtió en un libro, donde señalaba que la fuente fundamental de conflicto en este nuevo mundo no será ideológica o económica, sino cultural.

Es importante entonces que ante ese choque de civilizaciones, aunque se respete la diversidad cultural, prime el respeto de los derechos humanos y la solidaridad.

Millizen Uribe

Millizen Uribe

Periodista. Editora del Periódico HOY Digital

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