El estadounidense Chris Nikic ya tiene un lugar como atleta mundialista. Se convirtió en el primer competidor triatleta con Síndrome de Down en participar y completar el famoso maratón Ironman, evento que tuvo como escenario el Golfo de México.
No ganó la medalla dorada, pero su historia ya pertenece a la categoría de oro de las historias de superación.
El estadounidense de 21 años se convirtió la noche del sábado en el primer triatleta con Síndrome de Down que llega a ser un ‘finisher’ en la historia de los Ironman, la categoría de triatlón en la que hay que nadar 3,86 kilómetros -en esta ocasión en el Golfo de México-, pedalear durante 180 kilómetros y correr un maratón.
Corriendo junto a su guía Dan Grieb -17 Ironman completados-, Nikic cruzó la meta en el Ironman de Florida en 16 horas, 46 minutos y 9 segundos para completar una aventura que ha dado la vuelta al mundo. No hubo privilegio alguno hacia él.
Si hubiese cruzado la meta 13 minutos y 51 segundos más tarde, su gesta no se hubiese homologado.
Sus parciales fueron de 1.54:39 en el nado, 8.12:37, en la bici y 6.18:48, en la carrera a pie. La hazaña no es más que el resumen de una vida plagada de obstáculos. A los cinco meses fue intervenido a corazón abierto, hasta los cuatro años no aprendió a andar y no empezó a comer alimentos sólidos hasta los 5. A los 17 se sometió a cuatro operaciones de oído.
No fue hasta hace 13 meses cuando se plantearon la posibilidad de ese reto, tras ver que podía nadar 1,000 metros en aguas abiertas.