Por Renania Reyna
Fotografías: Felipe Alvarado
Aunque el mundo del vino era una herencia familiar, ya que sus abuelos tenían viñedo en Burgundy, para él, ser basketbolista de la selección profesional nacional francesa desde los 20 a los 25 años, era todo lo que importaba en su espacio sideral.
Un buen día, tal vez por pura y simple curiosidad, decidió probar el vino y se fue envolviendo en su elaboración. Luego comenzó a trabajar en el viñedo de su abuelo, y desde entonces, no ha podido escapar de un mundo maravilloso heredado de sus ancestros y vivido a plenitud por Christophe Thomas, actualmente director de exportaciones de la bodega M. Chapoutier, la cual cuanta con casas en Francia y Australia.
En su reciente y primera visita a la República Dominicana, Christophe Thomas fue sorprendido por En Sociedad, que no quiso perder la oportunidad de conocerlo y compartir su experiencia, tanto personal como profesional, ya que él vela por la presencia, desarrollo y calidad de los vinos Sr. Michelle Chapoutier, considerados como la línea de más prestigio en Francia.
Al preguntarle su impresión acerca del país, espontaneo y muy jovial Thomas confiesa que, me ha encantado su gente, es muy calurosa, simpática y hermosa; eso para mí es muy importante y la calidad humana ante todo.
En cuanto a su interés por el mercado dominicano y sus expectativas de negocios, asegura que en Junio pasado, visité la feria Vinexpo en Bordeaux, Francia, donde conocí los ejecutivos de Marcas Premium y decidí colocar nuestros vinos en República Dominicana a través de ellos.
Expresa que, sé que el dominicano está abierto a todo tipo de vinos y uvas, pero con calidad. Nosotros tenemos diferentes líneas para todos los gustos, que desde la más económica hasta la mas exclusiva. Lo que buscamos es que la gente se sienta motivada a probar nuevas sensaciones y los vinos Chapoutier son conocidos internacionalmente por ser un excelente producto. Estoy seguro que empezarán a abrirse espacio en el mercado en cuanto lo conozcan.
Thomas ha sido considerado como embajador de M. Chapoutier a nivel mundial, al respecto manifiesta que siempre le ha gustado viajar, conocer nuevas culturas, la gente y sus gustos muy particulares, al tiempo que logra colocar su marca en los primeros lugares por la calidad, a lo cual atribuye la distinción.
Define la enología como simplemente un arte, y expresa que hacer un vino no es simplemente mezclar ingredientes, sino, saber tener esa corazonada para conocer cómo reaccionará a la fermentación, al procedimiento meloláctico. Así como hay pintores buenos y malos, hay gente que tiene el talento para hacer del vino una verdadera obra de arte. Es fantástico como un enólogo sabe elegir por ejemplo, de 25 barriles de diferentes viñedos uno para darle el sabor deseado a lo que está creando. Creo que para llegar a la perfección es como un rompecabezas.
Revela que su mayor satisfacción en el mundo del vino es poder compartir una cata con mi hermano y mi familia en un ambiente tranquilo. Para mí es más importante una degustación en un ambiente familiar que con una personalidad famosa.
Un poco melancólico, tal vez por la nostalgia que provoca la distancia, agrega que la familia es lo más importante en mi vida; representa la fuerza, la motivación que te enseña a ser mejor ser humano cada día y a querer a tu prójimo, es para siempre y cada día hay que reforzar esos lazos que nos unen, ya que no hay mejor satisfacción que estar al lado de tus seres queridos y saber que eres importante para ellos.
Sin duda alguna que su carga positiva de ilusiones y esperanzas en el mercado de República Dominicana nos hace entender que es un modelo digno de imitar a cada instante.