El reputado economista Lic. Rolando Reyes tiene en el periódico hermano Listín Diario la columna “En la diana” donde usa un estilo muy peculiar: “dispara tres tiros” para explicarnos los complejos temas de la economía. En razón de nuestra amistad voy a apartarme de mi estilo peculiar y hoy voy a copiarlo, para lo que pido su autorización. Hace dos semanas viví momentos muy gratos, tres eventos seguidos en los que disfruté plenamente y es de lo que deseo “conversar” con mis siempre amables lectores.
Primer tiro: fui invitado por mis hijos a ver la película: “Las horas más oscuras que recrea la vida de Sir Winston Leonard Spencer Churchill, principalmente los años de la Segunda Guerra Mundial en los que él fue la voz de la conciencia de Inglaterra, una voz que sacudía los espíritus y le insuflaba grandes dosis de energía y valor en los años del horror de la guerra. Churchill es considerado como el último de los grandes estadistas. Mi padre fue un gran admirador del “Buldog” británico y ello me permitió conocer sus valientes hazañas y urgió mi admiración. Churchill nació en el palacio de Blenheim (con más de 300 años) en Oxford. Esta es la única residencia no real ni episcopal en el Reino Unido que recibe el título de “palacio”. Recuerdo que en nuestro primer viaje a Oxford lo visitamos, con tan buena fortuna que el ama de llaves de la época, una muy simpática señora irlandesa, nos permitió recorrer varias áreas del palacio, no abiertas al público. Esta película fue nominada para varios premios de la Academia. En verdad el actor Gary Oldman, que ganó el premio de “mejor actor”, desempeña un papel estelar, caracterizando con maestría al hombre del cigarro, con la V de la victoria y de solo ofrecer durante la guerra al pueblo inglés, la divisa de: “sangre, sudor y lágrimas”.
Segundo tiro: Asistimos muy gustosos a Cuesta Centro del Libro a la puesta en circulación de la obra “Elito” del fraterno amigo Dr. Osiris Madera, talentoso médico, escritor y poeta. Acompañamos al ensayista a “parir” su última producción intelectual, esta novela es una de esas obras que dan seguidilla al empezarlas: “Casi una historia de amor o de obsesiones, en Elito, se tejen entrecruzados los hilos de la historia con la ficción presentándonos un mundo alucinado, donde discurren sin tropiezos personaje de la realidad tangible y el trasmundo. Osiris Madera se sumerge en la vida secreta de sus personajes”. En verdad la hemos disfrutado. Si a usted le interesa saber cosas inéditas del Elito de la Máximo Gómez la recomendamos. Está en Cuesta para la venta.
Tercer tiro: Andrea Bocelli, junto a tres jóvenes cantantes nos brindaron en Punta Cana un espectáculo de muy altos quilates. Se inició la excelsa noche con la interpretación de “El barbero de Sevilla”, la obertura de Rossini bajo la batuta del maestro neoyorkino Eugne Kohn; el Rigoletto de Verdi continuó las interpretaciones del cantante invidente. Mientras el tenor nos interpretaba sus bellísimas canciones, cerré los ojos y volví a pasear por las calles de Buenos Aires. Hace más de 18 años en nuestra primera visita a la capital Argentina recibimos las finas atenciones del acaudalado magnate Atilio Gilbertoni, el dueño de la tienda Harrods; en la oportunidad, luego de una muy elegante cena en el restaurante St. Regis (con un exquisito vino tinto mendocino, el Estiba reservada, Catena). En su hermosa residencia nos “presentó” poniendo su música a un joven tenor italiano y nos aseguró que luego oiríamos hablar mucho de él: era Andrea Bocelli. Fue la primera vez que oí su música (quedé fascinado), todavía no se conocía en el país.
En el concierto, el intérprete italiano estuvo acompañado de Nathalie Peña Comas quien es una soprano dominicana de gran presencia internacional. La soprano Larissa Martínez puertorriqueña y nuestra exquisita solista Cristal Marie, ganadora del Casandra como mejor cantante, egresada de Berklee, las cuales estuvieron por igual haciendo sus interpretaciones; creo que esa noche consagró a esta última. Ellas, con sus voces cálidas y unos timbres únicos llenaron la noche de encantadores arpegios: la Peña Comas se unió al tenor en la interpretación de “O soave fanciulla” de la ópera “La bohemia” de Giancomo Puccini. Por igual se creció al interpretar “De España vengo” de la zarzuela “El niño judío”. La joven Cristal Marie se agrandó en gracias en el escenario al interpretar “Derroche” (de Manuel Jiménez) y luego a dúo el hit pop “Vivo por ella”. El “Bésame mucho”, de la mexicana Consuelo Velázquez cerró la hermosa anoche con el eximio tenor. En verdad, estoy de acuerdo de calificarlo como un auténtico concierto de lujo, nos produjo un vuelo emocional de gran altura ¡disfrutado plenamente!