Chávez consolidó alianzas gira AL

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CARACAS (AFP).- El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, culminó una gira latinoamericana en la que consolidó sus alianzas y plantó su sombra sobre el retorno del presidente George W. Bush a la región, pero a la vez mostró algunos límites de su petrodiplomacia, consideran analistas.

«Desde la perspectiva propagandística, es posible que Chávez haya recogido algunos puntos y se proyectó como la contra-cara de Bush en Latinoamérica», dijo a la AFP Edmundo Gómez Urrutia, embajador de carrera durante 33 años hasta 2004.

Chávez ha logrado perfilarse como «un liderazgo emergente en la región apuntalado por la bonanza petrolera, que no puede ser menospreciado», argumenta el diplomático que trabajó seis años en servicio exterior del actual gobierno.

En la otra cara, la gira de Bush marca «una nueva visión» que reconoce haber pasado por alto en los últimos seis años a Latinoamérica, por «una diplomacia dominada por la agenda de la seguridad y la guerra contra el terrorismo», dijo Gómez Urrutia, director del Centro de Análisis Diplomático y Estratégico (CADE).

Los anuncios de Bush en su gira por Brasil, Uruguay, Colombia, Guatemala y México pueden resultar «tímidos» y «moderados» en cuanto a la dimensión de las iniciativas, pero como «señal política» marcan «un camino que puede dar resultados a mediano plazo», indicó.

A pesar del énfasis del mandatario venezolano en la integración, en el espacio de la Alternativa Bolivariana de los pueblos de América (ALBA), «desde el punto de vista mediático y a corto plazo la gira de Chávez fue considerada como una contragira».

   «La petrodiplomacia encuentra sus límites en los niveles de precios del crudo que, si se mantienen como ahora, otorgarán a Chávez suficientes recursos financieros, cuyo monto nadie se atreve a estimar», dijo el experto.

   Es prematuro hablar de un rediseño de ejes en el continente, «pero queda claro que Estados Unidos y Brasil comienzan a delinear (en materia energética) una estrategia muy definida en torno a la propuesta del etanol», del cual son los mayores productores mundiales.

   El proyecto de Estados Unidos para reducir en el largo plazo su dependencia energética con biocombustibles, causó una airada respuesta de Chávez, por el uso de tierras destinadas a la producción de alimentos, indicó Gómez Urrutia.

   El liderazgo de Brasil es «casi natural» en la región por su peso, mientras que las propuestas de Chávez, aparte del respaldo financiero a Argentina, van dirigidas sobre todo a los países más pequeños y pobres como Haití, Jamaica, Nicaragua, Cuba y Bolivia, comentó.

   En contraste, la oferta de Estados Unidos en Brasil abre el camino para desbloquear las negociaciones multilaterales de la Ronda de Doha, que puede ser «el comienzo de un cambio de la política exterior bipartidista si se mantiene de cara a la próxima disputa por la presidencia», puntualizó.

   A su turno, Carlos Romero, politólogo, especialista en relaciones internacionales de la Universidad Central de Venezuela, dijo a la AFP que «las dos giras polarizaron el clima político de América Latina», con matices «ortodoxos y extremistas».

   Bush ofreció «un paquete ideológico que se mantiene sobre dos bases, la democracia representativa y el libre mercado». En cambio, Chávez «mantiene su paquete ideológico de democracia participativa con estatismo en la vida económica», dijo el académico.

   Países que han tratado de jugar un papel entre esas dos alternativas, como Argentina o Uruguay, fueron colocados «contra la pared» con reclamos de alineamiento.

   Bush y Chávez dejan tras de sí «un recalentamiento político que movió el piso de los tejidos internos de cada país», prosiguió el analista.

   Lo más negativo de las dos giras «es que se pierde la posibilidad de que Latinoamérica busque lo mejor posible de las dos alternativas».

   Elsa Cardozo, profesora del posgrado de relaciones internacionales de la Universidad Metropolitana de Caracas, quien sostiene un enfoque crítico del estilo «confrontativo» de Chávez en la escena internacional, admitió no obstante a la AFP que el presidente «logró llamar la atención sobre su figura».

   A pesar de que la consideró «repetitiva», dijo que la diplomacia activa de Chávez «ha logrado atraer atención los temas de su agenda, como la lucha contra la pobreza y la crítica al papel de Estados Unidos», que califica como «imperialismo».

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