CARACAS (AFP).- Venezuela cerró ayer, jueves, una campaña electoral que según analistas devolvió al país el ejercicio de la política, antes de las presidenciales del próximo domingo en las que se enfrentarán el mandatario Hugo Chávez como gran favorito y el opositor Manuel Rosales.

En el último día en el que está permitida la propaganda política, Chávez optó por ofrecer una conferencia de prensa a periodistas nacionales e internacionales, mientras que Rosales decidió realizar un acto de juramentación de testigos electorales.

La víspera, Rosales realizó su último acto de masas en Maracaibo (500 kms al oeste de Caracas), en el estado Zulia del cual es gobernador, con la promesa de reconciliar al país, que ha vivido varios años de intensa polarización.

Rosales convocó a los venezolanos a que a las 22H00 locales de esta noche (02H00 gmt del viernes) hagan una “una gran bulla”, con fuegos artificiales y bocinas para marcar el inicio de la movilización final para el domingo.

Chávez y Rosales habían cerrado sus campañas a nivel nacional el pasado fin de semana en Caracas con actos multitudinarios a los que acudieron cientos de miles de personas en un clima festivo, en contraste con la conflictividad de años anteriores. Chávez opinó este jueves que la campaña electoral “ha sido positiva, de mucha alegría, de mucho júbilo, de mucho frenesí” y se felicitó de que no haya habido ningún incidente violento.