El punto culminante fue cuando el monumento se iluminó de naranja, desatando una fiesta total. Un DJ se encargó de mantener el ambiente encendido.

Santiago.
Los campeones de la Liga Dominicana de Fútbol y la Liga de Expansión Sub-23 se unieron en un gigantesca patana adornada con los colores naranjas para recorrer las calles y avenidas de Santiago.

Los monarcas de los dos principales torneos del fútbol dominicano representan al Cibao FC y tiñeron con de mamey la Ciudad Corazón.

En brazos de los orgullosos y alegres jugadores iban las dos copas conquistadas en una semana por el Cibao FC.

Los jugadores, directivos, patrocinadores, Lucas la mascota y fanáticos del Cibao FC se reunieron en la parte exterior del estadio del Cibao FC, desde donde iniciaron el recorrido.

Una larga hilera de vehículos y motores seguían la patana que llevaba los jugadores y los trofeos.

La música era parte del desfile, lo que motivó que las personas salieran al frente de sus casas para saludar a los campeones del fútbol dominicano que agitaban banderas que identifican el club.

Después del recorrido y cayendo la noche, la patana con la larga cola de vehículos, llegó al área del Monumento a los Héroes, donde eran esperados por una gran cantidad de personas.

Los jóvenes, incluyendo a sus hijos pequeños, tuvieron que hacer exhibición de baile para complacer el pedido de los aficionados que les ovacionaban.

La algarabía fue enorme cuando el monumento fue alumbrado con luces color naranja.

La música, que no faltó en ningún momento, animaba a todos los que salían de sus casas para vitorear a los héroes del fútbol dominicano, agitando banderas con los colores del club.

Al caer la tarde, el desfile llegó al Monumento a los Héroes, donde una multitud entusiasta esperaba a los campeones.
Entre aplausos y vítores, los jugadores, incluso con sus hijos pequeños, respondieron al pedido de los aficionados, regalándoles una exhibición de baile.

El punto culminante fue cuando el monumento se iluminó de naranja, desatando una fiesta total.
Un DJ se encargó de mantener el ambiente encendido.

Una vez más se confirmó la expresión de Mateo de la Rosa: “El que gana es el goza”.