Ciberseguridad y democracia electrónica

Ciberseguridad y democracia electrónica

Por Luissannia Coronado

La incorporación tecnológica en el ámbito electoral no es antojadiza, es una demanda que emana del contexto globalizado y vanguardista de la época actual, que hoy permea todos los espacios de la vida diaria y nos vuelve cada día más dependientes de la misma.

La ciberseguridad como practica destinada a la protección de la seguridad en las TICs en los sistemas y equipos a través de la internet, se enfrenta a grandes retos; pero mayor reto presenta su aplicación y/o implementación para aquellos que no depositan su fe en la misma.

El uso de los medios electrónicos, independientemente de que el proceso se refiera a una consulta popular o elecciones presidenciales, ofrece grandes ventajas como: celeridad del proceso, ahorro de recursos en logística y material gastable, menos carga laboral para los funcionarios electorales, y rápida obtención y difusión de resultados.

Con esta “democracia electrónica” tambien pudiesen presentarse ciertas desventajas como aquellas relativas al alto coste de los equipos, la probabilidad de manipulación si no se toman las medidas de seguridad idóneas, y la escasa confianza de los electores y  los partidos políticos.

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Esta última se produce con mayor frecuencia en países donde, estos sistemas electrónicos no son usados de manera convencional en determinados ámbitos como el electoral, pero que, poco a poco tratan de ser implantados. Un caso reciente que podemos citar en nuestro país, fue la consulta popular efectuada por uno de los partidos mayoritarios, realizada con el objetivo de definir a un posible candidato presidencial, de cara a los comisios del año 2024.

Aunque previamente se había certificado el correcto funcionamiento de los equipos electrónicos, hubo un incidente en una de las mesas de votación, producido al parecer por una simple cuestión técnica -la impresora estaba desconectada-, la cual, tras posterior revisión y conexión, arrojó los votos que se habían tratado de realizar.

Al respecto, una de las autoridades involucradas en el proceso explicó, que como medida de seguridad habían utilizado un sistema de información de líneas cruzadas, el cual daba un vértice de seguridad al dato que se había enviado al sistema. Una medida que consideramos oportuna, pues refuerza la ciberseguridad de la logística electoral y del ejercicio democrático.

Cabe destacar que, inclusive teniendo tecnología de punta, siempre cabe posibilidad de que ocurra algún imprevisto asociado a riesgos del sistema o equipo electrónico que se utilice.

Ante estas situaciones es imperante contar con un plan de respuesta eficaz, que comtemple por ejemplo, un mapa de riesgos que en el momento permita solucionar y continuar con el proceso sin que los incidentes alteren el normal desarrollo o resultados del mismo. Este plan debería contemplar al menos, con un equipo de comunicaciones que aclare lo sucedido ante la opinión pública, y forenses tecnológicos que atestigüen los hechos, haciendose acompañar de las autoridades que tengan a su cargo la observación electoral.

Otro aspecto a considerar en la automatización de los sistemas de votación, sin importar en la escala que se trate, y en harás de garantizar la confidencialidad, neutralidad e integridad del proceso; consiste en utilizar como medida de seguridad la revisión, auditoría y la encriptación,  para que tras su validación no pueda ser alterado; para lo cual, -entre otras cosas- se necesitará instalar softwares confiables, y certificados.

A lo mejor, los medios tecnológicos no sustituirán la mano del hombre, sin embargo, cabe señalar que hoy son indispensables y hacen más fácil el desarrollo de ciertas tareas. Hay que reconocer que estos pueden arrojar fallos, y que ello no implica necesariamente que sea por acciones u omisiones de un ente determinado, que tenga intenciones maliciosas.

Es menester buscar una mayor transparencia en el proceso que contribuya a elevar la confianza de los electores y elegibles, y a desalentar  el “fraude” que sigue impregnado en el inconsciente del ciudadano.

Debemos acoger las bondades que nos proporcionan los medios electrónicos mediante la tecnología, pues cada día somos más dependiente de la misma, -y siendo realistas-, con las debidas medidas de seguridad, auguran éxito en cada ámbito de la vida en que son insertados.