El huracán María, a su paso por la regiones Nordeste y Este, ha dejado un saldo de inundaciones por el desborde de ríos, poblados incomunicados por la caída de árboles en tramos carreteros, y fuertes vientos que destruyeron o deterioraron viviendas vulnerables.
En María Trinidad Sánchez los ríos Nagua, Boba, Arroyo el Medio, La Palmita, El Guasaro, Arroyo Grande y Riote crecieron la tarde de ayer y el municipio de Nagua fue uno de los más afectados por las inundaciones, oleajes anormales, ráfagas de vientos y árboles derrumbados.
Alrededor de 4,700 personas siguen albergadas y desplazadas y el comercio mantiene sus puertas cerradas.
Las autoridades indicaron que los albergados están en 20 centros y son 2,400 personas y otras 2,325 fueron desplazadas a casas de familiares y amigos.
Están aisladas comunidades rurales como Villa Alegre, Los Chinos, Los Ceros, La Colmena, El Mono, El Guayabo, La Placeta, La Guácima, Los Pontones, Caño de los negros, entre otras donde las autoridades no han podido asistir.
Reina gran preocupación entre los agricultores, ya que sus cosechas de arroz están bajo agua.
Según Minerva Santos, directora provincial de la Defensa Civil, todos los residentes de los sectores Boba y El Juncal fueron trasladados. Hace apenas dos semanas la zona recibió el impacto del huracán Irma.
Como medida de seguridad las autoridades prohibieron el tránsito por esas barriadas.
Las autoridades también supervisan los albergues situados en Cabrera, Río San Juan y El Factor.
Estragos en el Este. En la Sección Candelaria, de El Seibo, el río Walkia unido a la cañada pone en peligro a 40 familias atrapadas y sin comunicación, de acuerdo con lo informado por el dputado Pedro Botello.
En el Este hay 17 comunidades incomunicadas. En San Pedro de Macorís más de 500 personas fueron desplazadas.
Pablo Polanco, director regional de la Defensa Civil y vocero del Comité Provincial de Emergencia, dijo que anoche había refugiados en el Barrio Blanco, La Cubana, en el municipio Quisqueya, en San José de los Llanos, en Consuelo y en Ramón Santana producto de la crecida del río Soco y el arroyo Guasa.

El malecón está cerrado desde el mediodía del miércoles y el comercio fue nulo ayer. Brigadas de la Defensa Civil, Los Bomberos, Medio Ambiente y Edeeste podan árboles.

En la noche numerosos barrios fueron inundados.

De acuerdo con los reportes, el huracán afectó las zonas costeras de Punta Cana, Cabeza de Toro, Playa Bávaro, Macao y Uvero Alto, en La Altagracia.
En la playa El Cortecito los fuertes vientos y oleajes provocaron daños a alrededor de 60 negocios. La caída de árboles obstaculizó el tránsito en el tramo Bávaro-La Otra Banda.
Lo mismo ocurrió en la vía que comunica a El Seibo con Miches, donde los fuertes vientos y desborde del río Yeguada, provocaron daños a viviendas y zonas agrícolas.
En Samaná las lluvias inundaron el casco urbano del municipio cabecera, cayeron árboles y postes del tendido eléctrico.
En el polo turístico Las Terrenas hubo derribo de árboles y fallas en el servicio eléctrico.
Brigadas de la Defensa Civil, Los Bomberos, Medio Ambiente y Edeeste ejecutan un operativo de poda de árboles en calles y carreteras de la provincia.

En la tarde y la noche de ayer numerosos barrios de esta ciudad estaban inundados.
En un comunicado, el Grupo Cap Cana informó que son menores los daños causados a esa infraestructura turística.
La entidad expresa que el suministro de los servicios de energía eléctrica, agua y telecomunicaciones están estables y que la marina mantiene sus operaciones regulares en el muelle, alojando 200 embarcaciones.

Costa Norte. Alrededor de 3,500 personas fueron desplazadas ayer a albergues y casas de familia, mientras los vientos fuertes derribaron árboles, cables y postes del tendido eléctrico en los municipios de Sosúa, Montellano, Imbert y Cabarete, de Puerto Plata.
De los evacuados 1,785 residen en el municipio cabecera en zonas vulnerables como Playa Oeste, Los Coquitos, Nuevo Renacer y La Boca.
En Cabarete y Sosúa viviendas perdieron sus techos por las brisas fuertes, por lo que las familias fueron llevadas a refugios seguros.
El director provincial de la Defensa Civil, Wascar García, dijo que tomaron las medidas urgentes con el propósito de evitar pérdidas humanas y daños materiales cuantiosos por el paso del fenómeno.
En el aeropuerto internacional Gregorio Luperón fueron suspendidos todos los vuelos desde y hacia las ciudades de Nueva York, Miami y Puerto Rico. En la terminal solo están unidades del Cuerpo de Bomberos y de rescate para entrar en acción en caso de inundaciones como ha ocurrido antes.
Los organismos de socorro y el Plan Social de la Presidencia entregaron raciones de comida cocinada, colchones, frazadas y almohadas a las personas que están en los refugios y que permanecerán allí por las próximas horas.
El viceministro de Turismo en la costa Norte, Julio Almonte Nina, informó que brindarán garantía a los turistas desde Cabarete hasta el destino de Maimón.
Dijo que una de las medidas tomadas con las gerencias de los hoteles fue concentrarlos en lugares seguros dentro de las instalaciones hoteleras y ofrecerles garantías de que sus vidas no correrán peligro en caso de que el huracán María hiciera estragos en la provincia.
“Se ha prohibido el uso de las playas, las excursiones a ríos y otros lugares turísticos hasta tanto no se den a conocer de parte de los organismos de socorro que todo ha vuelto a la normalidad en el país”, explicó
El gobernador y el alcalde, Iván Rivera Bastardo y Walter Musa, dijeron a los medios de comunicación que gracias a las previsiones tomadas Puerto Plata apenas recibió lluvias y vientos, por lo que no hubo daños a personas y que los daños materiales ocasionados han sido mínimos.