Cielo naranja
El libro dominicano en la feria de Leipzig

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El libro dominicano llegó  a la Feria del Libro más vieja del mundo, la de Leipzig, en su más reciente edición, del 18 al 21 de marzo.

Con los auspicios de la Embajada de la República Dominicana, con el apoyo del Grupo Santillana, la Fundación Juan Bosch y la Secretaría de Cultura, finalmente la literatura y el pensamiento criollo se hicieron presente en tal especial actividad.

El marco lo brindó la celebración de los 200 años de Independencia de un conjunto de países latinoamericanos, que acudieron a la Feria de Leipzig, gracias a las gestiones del Instituto de Romanística, adscrito a la Universidad de Leipzig. En esos cuatro días todo fue intensidad: más de veinte presentaciones de literaturas nacionales, mesas redondas con autores, editores y universidades, difusión a través del canal de televisión Arte y MDR.

A diferencia de su hermana la de Frankfurt, la Feria del Libro de Leipzig puede considerarse una gran fiesta del saber que trasciende el recinto y convierte toda la ciudad en un gran pódium de lecturas, representaciones y discusiones. “Leipzig liest” (Leipzig lee) se titula esta acción donde gente simple, actores, profesores, alumnos, tienen tiempo de expresar a viva voz imágenes poéticas, narraciones, conceptos.

Al autor de estas líneas le tocó presentar “Sonne und Fenster: Erzählungen der Dominikanischen Republik”, una antología de cuentos dominicanos, publicado por Ediciones Cielonaranja.  La obra, traducción del joven y destacado hispanista Alexander Weise, abarca doce cuentos que comienzan con J. M. Sanz Lajara y concluyen con Rita Indiana Hernández.  La propuesta de los mismos es mostrar un país más allá de los cánones casi obligatorios con que nos trata la Academia, los del “realismo mágico”.  Ciertamente estamos entre una madeja en cuyos extremos caribeños tenemos a Carpentier y a García Márquez.  Lo que tensa la narrativa de esos autores, sin embargo, es el reconocer lo más cercano, viabilizar un yo de placer y de trascendencia de lo socialmente dado. ¿Un nuevo paradigma del Caribe? La pregunta la realizó la profesora Claudia Gatzenmaier, de la Universidad de Leipzig, y la respuesta fue que sí, que “lo caribeño-dominicano” podría percibirse  en autores tan densos como Aída Cartagena Portalatín, René del Risco y Miguel Alfonseca, entre los más viejos, y dentro de los más recientes, por ejemplo, en Juan Dicent y Rey Andújar. Junto a ellos, los dominicanos de la diáspora, que si bien no son aceptados en lo local completamente porque escriben en inglés, son considerados como dominicanos en esencia, porque ya la expresión idiomática no es una camisa de fuerza.

La Feria del Libro de Leipzig es todo un huracán de gente, hojas, palabras, imágenes. Es el encuentro del Oriente y el Occidente europeo, es la Feria preferida de los intelectuales que prefieren el contacto con el público y no sólo las mesas de negociaciones editoriales.

Esperamos seguir abriendo nuevas puertas, exportando nuestra sensibilidad, ampliando nuestras fronteras insulares gracias a la fuerza de nuestra creatividad y al humanismo que convoca.

http://www.cielonaranja.com

Espacio: Pensamiento: Caribe: Dominicano

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