Cielo naranja
La hermandad   VS. Luna, ¿pero y el libro?

<STRONG>Cielo naranja<BR></STRONG>La hermandad   VS. Luna, ¿pero y el libro?

En 1980 había una fiesta de libros en la Ciudad Colonial. La Librería Dominicana, el Instituto del Libro, el Rinconcito de los Libros, Casa Weber, Librería Hostos, Casa Cuello, Editorial Duarte, Librería La Trinitaria, entre algunas otras, eran grandes avenidas para el espíritu.

En 1980 no recuerdo la existencia de “Hermandad de Fundaciones Patrióticas”. En 1980 los “catorcistas” y los “constitucionalistas” que no se frisaron en su rol histórico y que insistieron en un trabajo de izquierdas –pongo el honorable caso de Fidelio Despradel-, no acostumbraban a insistir tanto en los crímenes de Trujillo.

En 2010 en la Ciudad Colonial ya no hay fiestas para el libro. Quedan La Trinitaria, Mateca, La Filantrópica y Luna, como barcazas de cierto Titanic yipeteado.

En 2010 los “catorcistas” y “constitucionalistas” son más visibles que los hoyos de nuestras calles.

En la “Hermandad de Fundaciones Patrióticas” están todos los “hijos de” recordándonos el valor de sus padres, madres, familiares. Puntualmente se dan los rituales en el Parque Independencia, en el Edificio Copello.

En 2010 la Hermandad ha dictaminado como un oprobio el que se esté vendiendo un libro oprobioso. Pero esta afirmación es una verdad a medias: ciertamente el libro de Angelita Trujillo sobre su padre y su régimen está lleno de falsedades, pero aún las falsedades tienen que ser expresadas para que así puedan reafirmarse las verdades. La Hermandad la ha emprendido contra el librero Luis Luna, logrando que los tribunales lo condenen por la venta del libro de Angelita. Me pregunto: ¿qué derecho moral tiene la Hermandad para impedir que un libro circule? ¿Qué propuesta intelectual nos hace la Hermandad? ¿Dónde están los libros, los análisis, los esfuerzos, los congresos, las páginas de internet de la Hermandad para que se clarifiquen los crímenes del trujillato? ¿Dónde ha estado la Hermandad desde 1961 hasta el 2010? ¿Qué hicieron los miembros de la hermandad durante los Doce Años del balaguerato, cuando a una juventud revolucionaria se le defenestraba por defender los mismos ideales revolucionarios que parte de la juventud durante la Era?

Sé que me estoy metiendo en terreno pantanoso porque la Hermandad es como un Opus Dei o como los viejos Iluminati –para seguir la onda light de nuestra nueva clase media: están ramificados hasta en la sopa, asumiendo el derecho en exclusiva de ser la voz que puede referirse a la Era.

Librería Luna no ha sido nunca ningún centro del trujillismo. Luis Luna es un conocido librero que ha vendido por igual libros críticos, y si no vende más libros sobre/contra el trujillismo es por una simple razón: es porque no se producen. ¿A quién le ha interesado develar los entresijos de aquél orden que arranca con la Era en 1930 y concluye con el balaguerato de 1978? La inmensa mayoría son extranjeros: Crawsler, Moreno, Gleijeses,  Lowenthal, entre los más notables.

Antes que prohibir libros y atentar contra la vida de una de las cuatro librerías que valientemente subsisten en la Ciudad Colonial, la Hermandad debería enfilarse por estimular la reflexión académica, por la recopilación de material sobre ese período de luchas. Asfixiar a Luis Luna y su librería es sólo un abuso de poder.

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