Cien tumbas inundadas
cementerio Cristo Redentor

<p>Cien tumbas inundadas <br/>cementerio Cristo Redentor</p>

POR LLENNIS JIMÉNEZ
Más de cien tumbas y nichos están literalmente sepultadas en un pantano que se formó en la manzana 6-0 del cementerio Cristo Redentor, a donde desde hace meses nadie puede entrar a enterrar sus difuntos.

La rotura en el sistema del alcantarillado causó el escape de agua que desde hace un año se esparce hasta la manzana cuatro y que anegó las tumbas.

Los nichos están debajo del agua que sale de un filtrante.

El cieno formado debido a largo tiempo que lleva el agua estancada, hizo una “alfombra verde” que cubre una extensa porción de tierra.

Algunas personas han perdido la ubicación de sus propiedades y en las cercanías se precisa de tablas para realizar los enterramientos.

El agua, la basura y el lodo formaron una masa que cubre los nichos y que en algunas áreas, borró los cuadrantes sujetos a cadenas, en los que se sepultan los primeros cadáveres de un panteón.

La hierba arropa las tumbas de la mayoría de la manzana 6-0 y han desapareció nichos, en los que ni sus dueños podrían ubicarlos fácilmente.

Albañiles que laboran en la zona indicaron que la gente se pelea con la administración que tiene el Ayuntamiento del Distrito Nacional al cuidado del cementerio, pero que ha faltado interés por resolver el problema que se le atribuye a un matadero ubicado en la proximidad.

No fue posible conversar con el administrador de la oficina del cementerio, Sunny Florentino, para que le explicara la razón de la demora en resolver la situación que tiene a cientos de cadáveres dentro del agua.

Empleados del camposanto dijeron que antes de la llegada de los redactores de este diario, Florentino le declaró a otros medios que había dado a conocer el caso al Ayuntamiento y que estaba a la espera de una repuesta.

Tres albañiles que pidieron el anonimato, indicaron que hace un año la laguna fue secada, pero que las lluvias la vuelven a llenar.

Indicaron que el agua llega a la calle, ya que se propaga a una distancia de 15 metros.

Expresaron que en ocasiones, las familias tienen que buscar nichos prestados para enterramientos, debido a que encuentran el sitio repleto de agua.

Este caso es sabido por todos, incluso, por los bomberos de la estación del sector de Los Girasoles, situados a escasos metros de la entrada del cementerio.

OTRAS DEFICIENCIAS
Las personas que tienen solares y propiedades en el Cristo Redentor se quejan del poco mantenimiento que les dan las autoridades y de los caros arbitrios que deben pagar.

Los albañiles explicaron que las quejas de quienes entierran a sus parientes son constantes en reclamo de mejores condiciones. El cementerio tiene un precario sistema eléctrico y las calles están deterioradas.

Los deudos tampoco higienizan los espacios que tienen sus muertos en tumbas que lucen olvidadas.

La basura es notoria en la manzana 6-0 y otras cuadras repletas de árboles y hojas secas, así como utensilios plásticos.

“El Ayuntamiento empezó a limpiar, pero la labor no se aprecia porque se hace de la parte baja hacia fuera”, manifestaron obreros que realizan trabajos independientes.

Los caminos entre un bloque y otro no se perciben por la cantidad de ramas y las enredaderas.

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