Ciencia  Plus

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POR ANNA JIMÉNEZ
Por la salud espiritual

Estos días hacen que circule la brisa de la religiosidad y obliga a la reflexión logrando hacer conciencia de la salud espiritual, individual en cada ser humano. Aveces nos sentimos sanos físicamente, sólidos profesionalmente, equilibrados en lo emocional, pero desajustados espiritualmente.

Ojala y no se piense en la salud del espíritu solo en estos días, ojala se motiven a pensar en lo imperecedero, en dar el primer lugar a Dios, con las acciones, el ejemplo, por que es tan pleno sentirse bien consigo mismo, sabernos probos delante de Dios, es como quitar un gran saco de piedras de la espalda y respirar profundamente inhalando dicha, exalando paz.

Cuenta hasta diez y mírate al espejo, confiesate los más escondidos secretos, cuéntate cómo te sientes, cómo te percibes, cómo te quieres visualizar y escribe, proponiéndote, alcanzar la salud en el menor tiempo posible.

Cuando no hay salud espiritual te sientes vacío, crees que todo lo tienes y nada tienes.

Puedes alcanzar las metas más elevadas y solo pensar- y para qué?-, por que sientes que logras las cosas y no hacen sentido.

Si estas sano espiritualmente y permites que Dios cambie lo que definitivamente no puedes, El se comportará como un padre amoroso y cuidará de tí sanándote como un médico cuidadoso.

Deja las cargas en Dios y trata de actuar como si El te estuviera mirando, que esa sea tu forma de medir que está bien y qué no tanto.

Perdónate  a tí mismo, pues aveces somos implacables con nosotros mismos. Deja que Dios te haga felíz y desea que así sea con toda el alma.

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