Realmente es así: “ un milagro”, es increíble cómo un grupo de celulitas, va buscando conexiones, que solo dicta la voz inaudible de la genética y va realizando las transformaciones “programadas”, que más tarde darán como resultado un maravilloso o maravillosa bebé.

Una gran parte de las personas en edad fértil  han tenido el privilegio de ser padres, pero un número igual de importante de estos no, por razones personales y también orgánicas.

No todos tienen la facilidad para servir de canal a la vida y traer criaturitas a este mundo, como testimonio de que se es capaz de generar vida a partir de la unión de células.

Es hermoso como Dios permite este milagro con una fe pequeñita (el deseo de buscar un bebé), inclusive llevado a cabo aún para los que no tienen ese “deseo”.

Si leiste el tema principal de esta edición de Salud,te darás cuenta de que el feto humano experimienta un desarrollo asombrosamente rápido y que igual de veloz “siente, padece”, por lo que es imperioso que cuidemos de esas vidas, que se gestan en lo más profundo  del vientre materno.

No en vano se dice que los hijos son un regalo de Dios para ti, por que son una especie de figurita de barro del que serás responsable por moldear y terminar haciendo de ellos verdaderas obras de arte.

El artista solo puede realizar obras de arte excelentes cuando está ahí para darles forma, protegerlas del viento, la lluvia y las posibles caídas, siempre alerta para que no se echen a perder.

Así, los padres potenciales y consumados deben ver y valorar el milagro de tener hijos, haciéndoles sentirse amados desde antes de que vengan al mundo.