a.jimenez@hoy.com.do 
No se ha puesto a pensar que algo tan sencillo y fácil de hacer como sonreir, para muchas personas resulta muy difícil, las muchas actividades cotidianas, la rapidez con  la que se vive vuelve a la mayoría utómatas, que se olvidan de sonreír o peor aún es lo que menos tienen presente.

Una persona que sonríe constantemente proyecta transparencia de espíritu, accesibilidad, simpatía y seguridad en sí mismo.

El poder que encierra una sonrisa es realmente grande, pero pocos lo saben y se olvidan de ponmerlo en práctica.

Por una sonrisa pueden abrírsele puertas emocionales, laborales y sociales, una sonrisa puede hacer que se predispongan positivamente con usted.

Vamos, !inténtelo!. Sonría a su familia cuando despierte, a quien  le sirve el café todos los días, al vecino, al seguridad de la entrada de su oficina, a sus compañeros de trabajo, a su jefe o jefa y verá como la percepción cambia, cómo todos notarán algo diferente en usted, al punto de cuestionarle sobre qué le ocurrió para mostrar tanta felicidad.

Una sonrisa es una ventana que deja ver qué tan afable es, qué tan equilibrado es su humor, inclusive le rejuvenece, por que le hace poner a funcionar los músculos del rostro, le hace producir endorfinas que proporcionan una sensación de bienestrar y alivio general en su organismo.

Inclusive sonreir le ayuda a sentirse a gusto, a percibir las cosas con mayor positividad y le permite atraer las cosas positivas a su vida.

Siéntase dichoso, pleno, sano, aceptado, con bienestar espiritual y físico con una medicina gratis que con ponerla en práctica multiplicará su beneficio para todos los que tienen la dicha de rodearle.