Cuando te dicen que hay un medicamento “de emergencia” que puedes tomar, para evitar un embarazo no deseado y ves que  una minúscula pastillita blanca de 0.75 miligramos de  levonorgestrel  te traerá tan “atinados beneficios”, probablemente no lo piensas dos veces, sin embargo lo que no se explica con esmero son los verdaderos efectos que  puede tener  quien la tome.

Te explico, el levonorgestrel altera las características del endometrio dificultando que el embrión siga su desarrollo, ya que se modifica la mucosa uterina, cambia su espesor y consistencia y los vasos sanguíneos se transforman. La muerte del embrión es inevitable por estar intentando crecer en un terreno no apto.

Si es tomado en el período periovulatorio impide el progreso del embrión ya presente. Esta droga sí produce consecuencias abortivas dependiendo del momento del ciclo femenino en que se la tome” y eso puedes preguntarlo a cualquier ginecólogo actualizado, por algo este producto está actualmente en el tapete bioético y se analiza en las legislaciones de salud vigentes de distintos países la posibilidad de cambiar el uso del mismo  de “libre consumo” a prescripto por un facultativo.

La píldora del “día después” es un método de emergencia y no debe usarse jamás como un anticonceptivo habitual, ya que su uso reiterado provoca consecuencias no deseadas en el organismo.  Si la mujer no ha ovulado al momento de ingerir el producto, éste detiene el proceso de maduración del óvulo y en consecuencia no habrá fecundación ni controversia alguna. Si la mujer lo consume durante o en un período próximo a la ovulación, y si se produce la fecundación, el medicamento actuaría como un abortivo precoz, según algunos especialistas.