Ciencia plus
Pareja y aburrimiento

<STRONG>Ciencia plus<BR></STRONG>Pareja y aburrimiento

Cuando ambas personas de la pareja gozan de dinamismo personal, se puede decir que, aunque las circunstancias repetitivas de la vida en pareja induzcan a la rutina, existe la posibilidad de que a base de comunicación y diálogo auténtico se traten de introducir variables que hagan la convivencia menos pesada.

Si uno de los dos carece de dinamismo interior, se convierte en un peso para la pareja que intentará tirar de la otra persona proporcionando iniciativas nuevas que tendrán poca probabilidad de ser aceptadas. En esa situación pueden surgir la fatiga y el desaliento para emprender la búsqueda de novedades. En el caso de que ninguno de los dos posea el entusiasmo suficiente, la vida en pareja se convierte por consenso tácito en una coexistencia tolerada que se caracteriza por compartir la satisfacción de las necesidades básicas para seguir viviendo de una manera aparentemente digna, pero evidentemente tediosa.

Ocurre muchas veces que, si bien se ha establecido tácitamente el acuerdo de vivir aburridamente juntos el resto de sus vidas, alguno de los dos o los dos buscan fuera la novedad, los estímulos que le devuelvan las ilusiones y las iniciativas. Por eso hay que tener cuidado, ya que esos estímulos que eventualmente devolverán lo que no vive una o ninguna de las partes en ese momento, se hallarán en  el trabajo, otras serán nuevas amistades no compartidas por ambos o la recuperación de viejas aficiones individuales, etc.   Es como si se experimentase, y corroborase, que la auténtica vida, al menos la más estimulante, está fuera de la pareja.

Muchas veces, cuando no se soporta más el tedio y sin haberse producido situaciones extremas, la pareja se disuelve.

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