H ay diferentes tipos de personas y precisamente por poseer distintos temperamentos, rasgos de personalidad y hasta perfiles profesionales no es posible que sea una sociedad enteramente homogénea, por más que cosas en común que tengan quienes la integran.
Lo único que resta es ser inteligente y convertir tus rasgos de personalidad, talentos personales y profesionales en un arma poderosa que llamaremos puntos.
Esos puntos tienes que analizarlos sin apasionamientos, ver sus ventajas y desventajas y ver cómo las últimas pueden ser convertidas en fortalezas, canalizándo las cosas de tal modo que los puntos jueguen a tu favor y no en tu contra.
Si eres terco, canaliza esa terquedad hacia cosas positivas, por ejemplo, no dejar los estudios o ser muy puntual, porque no puedes salir del propósito mental de llegar temprano a los lugares donde se te ha incluido en la agenda.
Si eres de mal carácter, canaliza esa energía hacia los individuos que son holgazanes o aquellos que andan sin propósito en la vida, trabajando bien tu carácter fuerte, podrás ser un gran motivador de jóvenes con carácter débil.
Así ve analizando tus puntos positivos y negativos y ve poniendo en columnas los aspectos que puedes tomar en cuenta para neutralizar lo que señalas como no tan positivo, verás como las cosas empiezan a cambiar, como la vida te da un vuelco agradablemente inesperado y cómo sin darte cuenta has accionado el botón de la sabiduría, consiguiendo lo que muchos quizás creen es imposible, convertirte en una persona exitosa, perseverante, valiosa para ti y los demás, por que pudo lograr poner los puntos a su favor y listo!