Muchos papás, por la falta de tiempo y la carga de conciencia por no dedicarles mucho tiempo a sus hijos, aprovechan la mínima oportunidad para llenar a sus vástagos de regalos, sobre todo costosos y exclusivos, como si los juguetes fueran a llenarles ese vacío existencial que les produce tu falta de tiempo.

Procura, no sólo en este día de Reyes  brindarles obsequios, sino durante todo el año, pero que no sean tanto materiales, como quizás los tienes acostumbrados – no quiero decir que de vez en cuando le regales algún juguetito, pero lo que realmente tendrá un valor perdurable para toda su vida son los regalos afectivos que puedas brindarle, por ejemplo puedes hacer una agenda una vez por semana que consista en dedicarle una tarde para hacer cosas que a él o ella le gusten; no llevarlo como llavero a donde quiera que vayas en diligencias personales, se trata de un tiempo realmente para ellos, para ser tú quien les acompañes en cosas y lugares que ellos quieran hacer y visitar. Otro regalo afectivo es hacer “una cita” para encontrarte con tu hijo o hija y escuchar todo lo que tenga que decir, sus preocupaciones, sus anhelos, sus sueños, lo que le gusta y no le agrada de la familia; ese será un regalo que no olvidarán por el resto de sus vidas y que servirá de zapata para su desarrollo integral como individuo, inclusive más allá de su etapa adulta.

Piensa en otros regalos afectivos que puedas obsequiar a tu familia, verás cómo las cosas cambian para bien y cómo empezarás a ver frutos positivos en sus relaciones interfamiliales. Si tienes más de un hijo procura que estas medidas sean tomadas con carácter independiente, para que sientan cuán especiales son.