Motivada por la  interrogante que me envía una lectora vía electrónica,quiero compartir con ustedes su inquietud sobre la falta de apetito sexual y la respuesta para entender y superar este problema. Ella escribió: “Me siento fatal. Llevo más de ocho años con mi pareja, viviendo juntos un año aproximadamente. Siento ver cómo mis relaciones sexuales van desmejorando y reduciéndose considerablemente.

Toda la pasión y el deseo que mi pareja sentía por mí veo que se esfuma día a día, lo cual me cuesta entender, ya que  considero que sigo igual que cuando comenzamos. Tras haber hablado varias veces este tema, lo entiende pero me dice que no le pasa nada, que esto se debe a su cansancio y poco más. En fin, ya no sé qué hacer. En todo lo demás me va muy bien con mi pareja, es solo esto lo que me falla, he pensado hasta romper con mi pareja. Necesito tu consejo. Muchas gracias”. María

Respuesta. La pasión y el deseo sexual del inicio de las relaciones suele esfumarse, como es lógico, con el paso del tiempo. Y se debe encajar dentro de la normalidad. Pero no se debe llegar de una manera unilateral a una convivencia fraternal. Es decir, si los dos estuvieran de acuerdo en mantener una relación de pareja en la que el sexo no jugara un papel primordial, o incluso inexistente, no existe un problema.

Pero si el distanciamiento sexual es solo por parte de uno de los miembros de la pareja, se entra en un “incumplimiento del contrato” y eso sí que trae consecuencias. Ahí sí se deben tomar medidas para no entrar en crisis irresolubles. Medidas que deben ir desde las conversaciones más serenas y constructivas, a  cambios de hábitos que dificultan los encuentros (dormir a deshora, no cuidarse físicamente,…).