Así es como le digo a mi hijo mayor, Ryan Rosa Jiménez, un encantador chiquito que apenas el viernes alcanzó la edad de siete años.

Quiero compartir con ustedes el premio recibido por Dios al tener a mi lado a mi precioso Ryan: Corazón de Melón y es esa la frase que utilizo cuando lo llamo por teléfono, si estoy fuera de casa.

Ryan tiene un corazón del tamaño del planeta, es dulce, cariñoso, sensible, bondadoso y muy cuidadoso cuando se trata de sentimientos.. siempre hay un “lo siento” si hizo algo que te pueda herir accidentalmente, cuida mucho a su hermanito menor Randall y lo corrige amorosamente cuando es necesario.

Ryan trabaja desde los seis años, para ser exacta tiene ya casi tres meses realizando labores en la radio, por que comparte conmigo un segmento denominado “El Sabelotodo” en el programa de radio semanal que produzco en Radio Renuevo, todos los sábados a las 11:00 de la mañana; honestamente me siento muy orgullosa de él, da gusto escucharlo hablar sobre distintos temas y cuando interactúa con los niños que lo llaman en el aire.

Ryan, sin dudas es encantador y estoy fascinada con todo lo de él cuando Dios me lo permitió estrechar entre mis brazos.

Aveces le digo “Abejita”, por que si hace travesuras es dulce y sabe cómo recomponer todo.

Por eso a dos días de su cumpleaños, tengo que dejar registrado todo lo increíble que me hace sentir como madre.

Ryan: Corazón de Melón, gracias mi chiquito por llenar el alma de agradables sensaciones, por abrigar mi corazón con tu autenticidad y hacerme delirar de alegría cuando te veo esbozar una sonrisa. ¡Felicidades mi amor!