POR ANNA JIMÉNEZ
Los cambios son situaciones por las que en algún momento todo el mundo ha pasado. Muchas veces se asimilan con felicidad por que se estaban esperando.. el nacimiento de un hijo, un ascenso en el trabajo, la llegada de un familiar sorpresivamente y que pensabas no ver por mucho tiempo, tu comida favorita a la hora del almuerzo, cuando esperabas lo habitual, son tantas cosas por las que nos alegramos cuando ocurren y tantas otras que nos dejan perplejos, sin saber cómo reaccionar.

Algo que debes tener presente siempre, ya que en cualquier momento pueden presentarse cambios, es que si estás en comunión con Dios y dando día a día tu mejor esfuerzo todo obrará para bien.

 Tomando como punto de partida este decreto positivo podrás entender sin apasionamientos como cada cosa que pasa en tu vida es un plan especial de Dios para que obtengas bendiciones sin límites y tesoros insospechados.

Dios, cuando en verdad lo tienes como padre se manifiesta comportándose como tal, cuida de tí, procura que obtengas lo mejor, te enseña permitiéndote pasar por situaciones que te hagan crecer, fortalecer tu espíritu, hacer de ti una mejor persona.

En su inmenso amor te enseña a ver las cosas tal como son, te empuja a entender cuan especial eres para él y a darte cuenta de que si se lo permites puede hacerte brillar con su luz divina como la luz el alba, en procura de que por tus acciones y decisiones mucha gente pueda beneficiarse, viendote en sus vidas como una bendición.

Recuerda y ten bien presente, todo obrará para bien en tu vida, no importa cuán descabellado te parezca cuando ocurra, Dios se encargará de poner todo en perfecto orden, si logras aceptar las cosas con inteligencia emocional, como dice una muy buena amiga, el te respaldará, de dará la victoria y te hará entender que tus únicos límites son su volutad y el mismo cielo.