Ciencia Plus
Victoria de lo alto

<SPAN><STRONG>Ciencia Plus<BR></STRONG>Victoria de lo alto</SPAN>

POR ANNA JIMÉNEZ
Quiero en esta ocasión dar gracias a Dios por haberme preservado la vida, por cuidarme durante la operación a la que tuve que ser sometida la semana pasada para salvar la vida de mi precioso bebé Randall, quien a pesar de haber llegado a este mundo unas cuantas semanas prematuro, estuvo completo para llenarnos a todos de su ternura y amor.

Gracias a los médicos, que dejándose guiar por Dios hicieron posible un desenlace feliz: Los doctores Pedro Abraham y Magaly Santoni, bendiciones para ellos  y todo el equipo de apoyo, quienes nos trataron como si fuéramos literalmente como familia.

He dicho que es Victoria de lo Alto, porque doy testimonio de que Dios intervino en que todo marchara correctamente y que todo fuera solucionándose.

Por ello, apesar de la fe que tengo el honor de profesar, les invito a clamar a Dios no solo en momentos de adversidad, sino en los que reconocen como felices, para que siempre envíe sus ángeles a cuidarles donde quiera que estén y les del privilegio de la vida, de la protección que solo guiada por El se hace posible.

Declaren que todas sus acciones resultarán victoriosas en Dios, encomienden a El su camino, su día, antes de salir de casa, sus planes, sus sentimientos, sus anhelos más profundos, no importa cuán lejos vean sus propósitos cumplirse, en Dios todo es posible y si piden con Fe en su momento todo será cumplido, caerá como las piezas de un rompecabezas cuando se termina de armar.

No desesperen, aunque pasen los años, verán sus peticiones cumplidas en el tiempo de Dios y verán cerrar el círculo de su felicidad. Sean Felices!, qué están esperando.

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