Científicos investigan intrigantes marcas en suelo de la Amazonía

Científicos investigan intrigantes marcas en suelo de la Amazonía

Expertos de Brasil, Italia y Finlandia estudiarán en Acre unos enigmáticos «geoglifos», enormes dibujos trazados en suelo de este estado brasileño y que podrían ser obra de una antigua civilización desaparecida, se informó ayer.

Los trazados geométricos en bajo relieve, de hasta 350 metros de largo y hasta tres metros de profundidad, fueron excavados hace cientos de años en lo que es hoy una zona selvática y ganadera del estado de Acre, en la Amazonía occidental de Brasil y cerca de las fronteras con Bolivia y Perú.

Las formas sólo son plenamente visibles desde el aire y fueron descubiertas por casualidad en 1999.

Científicos del «Proyecto Nazca», que estudian los famosos dibujos milenarios de Perú, acaban de alcanzar un acuerdo con colegas de Brasil para estudiar en conjunto los trazados brasileños, explicó a EFE el arqueólogo Giuseppe Orefici, director del Centro Italiano Studi e Ricerche Archeologiche Precolombiane.

Orefici, quien también dirige el Museo Didáctico Antonini en Nazca, explicó que además será creado un laboratorio de arqueología en la ciudad de Río Branco, capital de Acre.

El experto, que acaba de completar una visita a ese estado brasileño, aclaró que aún no hay suficientes elementos científicos para teorizar ni explicar el origen y la utilidad de los formas, ni la cultura que las creó.

«Seguramente pertenecen a un período de desarrollo regional complejo, con una organización político social madura», señaló Orefici.

«Su utilización era posiblemente de tipo ritual, pero no conocemos por el momento su función exacta», explicó.

Científicos y arqueólogos brasileños y extranjeros comenzarán a excavar la zona a partir del próximo año, para precisar el área que ocupan las marcas y cuantas aún permanecen cubiertas por la selva amazónica.

Una de las incógnitas es si las figuras en bajo relieve fueron hechas antes o después del surgimiento de la selva, hace 12.000 años, explicó a EFE el paleontólogo Alceu Ranzi. EFE

Usan gen artificial para convertir células madre en neuronas

Científicos de EEUU han convertido células madre musculares en células que tienen la apariencia y actúan como neuronas, lo que alberga esperanzas de conseguir nuevas terapias para enfermedades neurológicas, se anunció hoy.

Investigadores del Centro de Oncología D. Anderson de la Universidad de Texas utilizaron un gen artificial para esa conversión, lo que calificaron como un importante avance en la biología de las células madre, según un artículo que publicará mañana la revista «Genes and Development».

Los científicos indicaron que el gen artificial fue creado para «activar» un grupo de genes que se mantiene inactivo en las células musculares.

Esos genes fueron los que provocaron la conversión de células madre que debían ser musculares en células que muestran tener todas las propiedades bioquímicas, fisiológicas y estructurales de las neuronas, señalaron.

Las neuronas son las unidades fisiológicas del sistema nervioso y las principales víctimas de enfermedades neurológicas progresivas e incurables.

Los científicos indicaron que sus experimentos ayudaron a demostrar el hecho de que las células madre pueden ser extremadamente «flexibles» y que se les puede convertir en diferentes tipos de célula.

«Es asombroso saber que se puede alterar la función final de una célula mediante una sola molécula», dijo Sahan Majumder, profesor del Departamento de Oncología Genética y director del estudio.

La investigación se realizó con cultivos de mioblastos, que son las células embrionarias que originan la fibra muscular, y que fueron inyectados en el cerebro de ratones saludables, donde no tuvieron ningún efecto negativo. EFE

Un ingeniero italiano desvela el enigma del cálculo maya

Un profesor universitario italiano asegura haber descubierto el sistema de cálculo utilizado por los mayas, después de haber descodificado hace apenas tres meses el empleado por la cultura inca.

Nicolino De Pasquale, ingeniero aeronáutico de 54 años que enseña en la Universidad de Pescara (Italia), asegura que la base del código matemático de los mayas es que no concebían el cero como nulidad, tal y como se entiende en la cultura occidental.

Según De Pasquale, en los códigos numéricos que aparecen en el repertorio arqueológico maya no hay ninguna representación del valor cero, sino que se representa la «ausencia» de uno de los órdenes exponenciales.

Hasta ahora se sabía que el sistema de numeración maya utilizaba una base mixta con los números 20 y 18, que multiplicados dan como resultado 360, que es el número de días que contiene «el año armónico» de los mayas.

No obstante, según De Pasquale, esta civilización empleaba en su sistema matemático los números 360, 260 y 52, considerados sagrados en su calendario y que estructuraban sobre la serie de números Fibonacci (1, 2, 3, 5, 8), que caracterizan el cálculo maya.

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