El gobierno británico podría verse en la necesidad de introducir restricciones más severas para frenar la diseminación de la variante ómicron del coronavirus y prevenir un nuevo incremento de las hospitalizaciones y muertes por COVID-19, dijeron científicos el sábado.
Las autoridades de salud de Gran Bretaña dicen que la ómicron se está diseminando mucho más rápidamente que la variante delta y que casi seguramente la remplazará para volverse la más dominante en el país en unos pocos días. El Reino Unido registró 58.194 casos nuevos de coronavirus el viernes, el mayor total desde enero, aunque no estaba claro cuál porción era de ómicron.
Los temores sobre la nueva variante llevaron al primer ministro Boris Johnson a reintroducir restricciones que fueron levantadas hace casi seis meses. Es obligatorio usar mascarillas en la mayoría de las situaciones en interiores, las personas deben mostrar certificados de vacunación para entrar a clubes nocturnos y las autoridades llamaron a las personas a trabajar desde casa cuando sea posible.
Muchos científicos dicen que es improbable que eso sea suficiente.
Modelos dados a conocer el sábado por investigadores de la London School of Hygiene and Tropical Medicine indicaron que la variante ómicron casi seguramente causará una gran ola de infecciones en enero y pudiera causar entre 25,000 y 75,000 muertes en Inglaterra en los próximos cinco meses si no se toman otras medidas.
El panorama más pesimista prevé medio millón de personas hospitalizadas con el virus para el final de abril y dice que las hospitalizaciones diarias pudieran ser el doble que el pico de enero del 2021. El estudio de los científicos, que asesoran al gobierno al gobierno británico, no ha sido revisado por pares.
El número infecciones dependerá de cuánto escapa la variante de la protección dada por las vacunas y lo eficaces que son las dosis de refuerzo para fortalecer la inmunidad, factores sambos que no están claros aún.